Venezuela se despidió este jueves del Mundial Sub-17 de Emiratos-2013 al sufrir su tercera derrota consecutiva en el grupo D, esta vez frente a Rusia (4-0), en su primera cita mundialista que se cerró con sabor frustrante para los chicos de Rafael Dudamel, en Fujairah.
El campeón europeo se impuso con tantos del defensa Aleksandr Makarov (16), del delantero Ramil Sheidaev (39, 85) y del armador del CSKA de Moscú Alexandr Golovin (45+2), gran figura de la noche.
La Vinotinto Sub-17 había llegado entusiasmada a disputar su primer Mundial de la categoría, con la chapa de subcampeón sudamericano, pero el desafío le resultó demasiado duro, al perder contra Túnez (1-2), Japón (1-3) y la goleada de este jueves.
“Le fallamos al país. No jugamos al nivel que estábamos acostumbrados y nos vamos del Mundial con una deuda muy grande”, afirmó Dudamel a la televisión venezolana Meridiano al término del partido.
“Asumiré las derrotas como técnico y para mis jugadores sólo tengo palabras de felicitaciones”, aunque debemos “seguir adelante, crecer en nuestro nivel disciplinario para poder ser jugadores de elite”, añadió el DT.
En el otro partido que cerró la llave, en Sharjah, el subcampeón asiático Japón remontó a las Águilas de Cartago (2-1), por lo que pasó como primero del grupo con puntaje perfecto por delante de los tunecinos, que acabaron segundos con seis unidades.
Rusia quedó tercero con tres unidades y a la espera de ver si es uno de los cuatro mejores terceros, mientras los sudamericanos cerraron la tabla en blanco.
En un duelo entre dos elencos que llegaban con la soga al cuello por sus dos derrotas previas, Rusia se hizo zar y dominó a la Vinotinto Sub-17 de inicio a fin, de la mano de su pequeño ‘nuevo Arshavin’ Alexandr Golovin.
Los rusos, una formación que ganó el Europeo de Eslovaquia-2013 recibiendo apenas un tanto en contra, basada en una defensa de hierro, esta vez desplegaron un repertorio interesante de ataque, con el lateral Makarov desbordando constantemente por derecha para asistir Sheidaev y Golovin.
Una vez más, Venezuela tuvo la pelota, pero no supo qué hacer con ella. Mucho menos cuando el partido se le puso cuesta arriba por un centro desde la izquierda de Dimitriy Barinov que conectó de cabeza entrando como una locomotora por detrás Makarov (16).
A los 22 minutos, Ayaz Guliev medió un fierrazo desde la medialuna del área y el portero venezolano Beycker Velásquez la sacó de forma brillante al córner, en otro aviso serio de los europeos.
Al promediar el primer tiempo, Venezuela pareció despertar, primero con un centro de la muerte de Eduardo Maceira que rechazó con esfuerzo la zaga rusa y luego con un remate desviado de José Caraballo desde buena posición.
Pero Rusia se estaba tomando apenas un respiro. Sheidaev entró tras pared bonita con Golovin en el borde del area y remato cruzado de izquierda para vencer a Velásquez (39).
A los 43 minutos, un derechazo de Golovin salió rozando el palo derecho de Velásquez y dos minutos más tarde el armador volvió a bajar la pelota en el área tras centro de Makarov, pero su zurdazo dio en la base del poste.
La revancha llegó en la jugada siguiente, con un tiro libre que el chico del CSKA de Moscu mando al fondo desde la medialuna (45+2), fuerte y bajo.
En la segunda parte los sudamericanos se defendieron con la posisión de pelota, intentando de vez en cuando algún acercamiento a la vala de Anton Mitryushkin, sin inquietarlo realmente, en el marco de un partido que se fue poniendo áspero y terminó con cuatro amarillas para la Vinotinto, ya enojada consigo misma, y una roja para Maceira por doble amonestación.
Encima, Sheidaev volvió a castigar sobre el final, para hundir más el espíritu de los venezolanos. AFP