Lili, de 28 años, se citó por internet con un misterioso hombre con la intención, obviamente, de ponerle los cuernos a su marido quien, por cierto, ya estaba con la mosca detrás de la oreja.
Lili y su amante habían quedado en la habitación de un hotel. Ella acudió a su cita y lo que desconocía (lo primero que desconocía) era que su marido la estaba siguiendo, y lo segundo que desconocía es que al abrir la puerta se iba a encontrar con su suegro, de 57 años.
Más información en Que.es