También se convierten las lluvias, en el más evidente indicador de las nefastas consecuencia que devienen del hecho de no tomarla en cuenta cuando se diseñan políticas públicas vinculadas a la planificación del desarrollo de nuestras ciudades, de los sistemas de manejo de aguas, del uso de los suelos, de la construcción de urbanismos y del diseño y financiamiento de obras y servicios sin considerar la variable riesgo de este fenómeno natural.
Ahora bien, así como los grandes beneficios de las lluvias se experimentan a nivel local, también es a este nivel donde mas repercuten las consecuencias negativas vinculadas a la construcción social del riesgo (acción humana) y a la falta de medidas preventivas y de mitigacion en la acción de los gobiernos, referida a los posibles desbordamientos de ríos y quebradas, consecuentes inundaciones y deslizamiento de tierra en áreas pobladas, y las afectaciones en las autopistas, carreteras y puentes, entre otros efectos adversos.
De igual manera, es en el territorio del Municipio donde la implementación de la Gestión del Riesgo resulta mas efectiva, púes es aquella que se planifica, se diseña y se implementa de abajo hacia arriba, es decir, la que se genera de manera transversal desde el gobierno local, la Alcaldía, con la participación de los ciudadanos, en combinación con la activa participación del sector privado y la comunidad científica y técnica local, y en concordancia con los lineamientos de los Planes Nacionales en materia de Gestión del Riesgo y Administración de Desastres, tal como lo establece la Constitución Nacional y las Leyes, en materia de competencias municipales.
Así que seria bueno, que en el marco de las importantísimas elecciones de Alcaldes y Concejales previstas para el próximo 8 de diciembre, candidatos y electores tengamos plena conciencia de nuestras responsabilidades en esta materia y marchemos juntos en la construcción de resiliencia en nuestros municipios ante las lluvias.
@Angelrangels