Existe mucho mito alrededor de la pregunta de si comer fruta engorda. La respuesta es que no. Tomar fruta como postre después del almuerzo o después de la cena hace que la fructosa de la fruta se mezcle con las proteínas y con los hidratos de carbono y que, en consecuencia, la metabolización sea más lenta. El Impulso
Si a esto le añadimos que la persona puede tener una molestia gástrica, la sensación será de pesadez. Así pues, podríamos responder que la fruta siempre tiene las mismas energias y, por lo tanto, no engorda, pero sí que puede hacernos sentir más pesados.
Sólo en el caso extremo de que la persona consuma únicamente fruta, puede llegar a engordar, puesto que el organismo será incapaz de metabolizar ese alto aporte de fructosa. Y mucho menos si no se hace ejercicio cardiovascular o si la persona además es diabética o metaboliza mal los hidratos de carbono o la fructosa.