El portaaviones estadounidense George Washington arribó a la zona más arrasada por el tifón Haiyan en la isla filipina de Leyte cargado de ayuda humanitaria y 5.000 marines para auxiliar en las tareas de reparto de suministros y seguridad en la región.
El navío de guerra llegó escoltado por los destructores USS Lassen y USS Mustin y cuenta con 80 aeronaves para distribuir alimentos, agua y medicinas en las áreas más remotas de la isla donde apenas ha llegado la ayuda internacional.
“El Gobierno filipino ha hecho lo que ha podido y ahora la ayuda tiene que venir de otra parte. La ciudad está completamente devastada, con los árboles arrancados y el propio aeropuerto tiene la torre en pie, pero la terminal es un amasijo. Es muy difícil organizar nada”, indicó a Efe Daniel Burgui, cooperante de Acción contra el Hambre desde la ciudad de Tacloban.
Previo al amarre, el personal de la marina estadounidense descargó en la zona miles de sacas de arroz y otros alimentos desde varios helicópteros Blackhawk que viajan en el portaaviones.
La llegada del George Washington puede ser esencial en la tareas de distribución de bienes de primera necesidad ante la escasez de agua y alimentos, ya que según fuentes militares, triplica el número de helicópteros disponibles en la zona y tienen capacidad para entregar miles de litros de agua cada día.
Naciones Unidas apremió hoy a las autoridades locales y a las organizaciones internacionales a entregar la ayuda con mayor rapidez ante la desesperación de miles de afectados casi una semana después de la catástrofe causada por el tifón Haiyan.
Toneladas de sacas de alimentos se acumulan en el aeropuerto de Tacloban, fuertemente custodiado por las autoridades, por culpa de la ausencia de recursos y personal cualificado para la distribución del material.
Varias carreteras de la región aún se encuentran bloqueadas por los escombros que impiden el acceso a algunas pequeñas poblaciones de la isla.
En los próximos días se espera que navíos de otros países como Japón, el Reino Unido y Australia también lleguen a la zona para ayudar en las tareas de asistencia.
El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres de Filipinas elevó hoy a 2.357 el balance provisional de muertos provocados por el tifón Haiyan, que devastó hace seis días la región central del país.
En organismo prosigue con el lento recuento oficial en su último informe publicado en el que también indica que 3.853 personas han resultado heridas mientras otras 77 están desaparecidas.
Las autoridades prevén que la cifra de muertos siga creciendo en las próximas horas, a medida que los equipos de rescate alcancen las zonas de más difícil acceso, y no descartan que el balance final se acerque al dado por la ONU, que estimó el número posible de muertes en unos 10.000. EFE