Las cosas van d emal en peor y el Gobierno lo sabe, pero no lo admite. La ola de fiscalizaciones, detenciones, control férreo y la obligación, con la fuerza pública, para que los comercios de electrodoméstico, bajen los precios y los vendan masivamente, puede ser una medida que más que un bien, hará muy mal al pais.
La llamada “ofensiva económica” iniciada por el gobierno que está siendo ejecutada bajo la premisa de que todos los comerciantes son unos ladrones, será a la larga, como dice el refrán: peor el remedio que la enfermedad. Si ya había escasez y no se resolvieron los problemas del acceso a las divisas y las trabas burocráticas a las importaciones de materias primas e insumosy, la situación se tonará mucho peor.
Ya comenzaron las fiscalizaciones en las cadenas de alimentos y tiendas de calzado, ferretería, juguetes, vehículos y textiles, para que disminuyan los precios a la fuerza y la consecuencia sera que, si no logran reponer los inventarios que pronto se acabarán, la escasez saltará a su máximo nivel .
La única forma para que esto no ocurra, es que el Gobierno sea capaz de reformar exitosamente el sistema de distribución de las divisas y así, sí avalaremos estas medidas. Siempre hemos sido partidarios de dar el beneficio de la duda a las medidas del Ejecutivo, en el entendido de que busca beneficiar a quienes menos tienen.
Pero, una cosa es que se tengan programas sociales, misiones y demás, a que de la nocha a la mañana se confisque mercancía o, a punta de hombres armados, se obligue a los sectores de la economía a vender todo a precios de gallina flaca. Repetimos, no estamos a favor de la especulaciòn, ni de la usura, pero, el Gobierno cuenta con mecanismos, instaurados desde hace años, para hacer los controles necesarios para que los precios no subieran tanto, principalmente, lo cual ocurrió por su propia responsabilidad. Las trabas que se han puesto desde hace tanto tiempo para la adjudicacion de las divisas preferenciales, hizo que el dolar paralelo se disparara, lo cual empeoró con la emission de dinero inorgánico que hizo que más bolívares fueran detrás de una oferta restringida de bienes. Ese es el mecanismo perfecto para que la inflación se vaya por los cieles y esto ocurre aquí y en la China, si no se aplican los correctivos a tiempo.
Hasta el momento, pese a las subastas del Sicad, persiste el retraso de hasta 180 días en Cadivi y todo esto ha derivado en el desastre de economía que ahora tenemos.
Como no hay dólares para importar lo que hace falta, el sector privado ha optado por usar el tipo de cambio paralelo para calcular sus costos de reposición. Pero, con todo lo que está psando, cuando están siendo obligados a deshacerse hasta del inventario, podría llegar el momento en que la mercancía no se pueda reponer y allí sí nos las veremos negras.
A este panorama se une el hecho de que sera cuesta arriba que alguien vuelva a traer mercancía con dólares del mercado paralelo y sin oferta de divisas oficiales, simplemente no habrá más que vender.
Como es evidente que el Gobierno no tiene suficientes dólares para satisfacer la demanda, lo lógico sera que tendrá reformar obligatoriamente el sistema cambiario. En este sentido, nuestra recomendación es que se haga una norma que permita un mercado libre para acabar con el paralelo y lograr que el tipo de cambio fluctúe. Solamente así se logrará un beneficio para la economía, de otra forma, no vemos una salida.
Y aún así existe el peligro real de que con un mercado libre el bolívar sufra una devaluación muy grande y eso, sabemos que el Gobierno no lo ha permitido.