“La maldición de los Kennedy vuelve a golpear”, titulaba The Independent el año pasado tras el suicidio de una nuera de Robert “Bobby” Kennedy, alimentando la idea, ignominiosa para algunos, de que el clan más observado de Estados Unidos vive una eterna tragedia griega.
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¿Cómo explicar si no que “cada vez que un Kennedy está por alcanzar un objetivo o una ambición, es condenado a pagar un elevado precio?”, se preguntó Edward Klein en su libro “La Maldición de los Kennedy”.
“Hay que remontarse a la Grecia antigua, a los Atreides, a figuras legendarias como Agamenón, Clitemnestra, Orestes y Electra, para encontrar una familia sometida a semejante serie de calamidades”, escribió.
Desde el asesinato del presidente John F. Kennedy hace 50 años, el clan debió enfrentar el también homicidio de su hermano Bobby en 1968, la muerte por sobredosis de drogas de David en 1984, hijo de Bobby, la muerte en un accidente de ski de Michael, otro hijo de Bobby, en 1997.
El último drama hasta ahora ha sido el suicidio de Mary Richardson Kennedy, la segunda esposa de Bobby Junior, en mayo de 2012.
Pero fue la muerte de John John, el hijo de JFK y Jackie Kennedy, al accidentarse la avioneta que él mismo piloteaba el 16 de julio de 1999, lo que conformó al mito de la maldición.
Esa calificación ya había sido utilizada 30 años antes por el senador por Massachusetts, Ted Kennedy, hermano de JFK y de Bobby.
En un discurso televisado, la entonces joven esperanza demócrata hablaba del accidente del Oldsmobile que él conducía y que terminó en el agua en la isla de Chappaquiddick, causando la muerte de su pasajera Mary Jo Kopechne.
“¿Acaso ha caído una horrenda maldición sobre todos los Kennedy?”, se preguntó Ted Kennedy en ese discurso del 25 de julio de 1969, poco más de un año después del asesinato de Bobby.
“El encuentro de Hollywood y Washington”
Algunos partidarios de la teoría de la conspiración interrogan a los astros y consultan los horóscopos del patriarca Joseph “Joe” Kennedy, padre de JFK, Bobby y Ted y otros seis hijos, para explicar los horrores vividos por la familia.
Otros lo atribuyen al sortilegio que un rabino lanzó contra el influyente y poderoso empresario y figura política del Partido Demócrata tras un altercado.
Estos argumentos teñidos de irracionalidad irritan a Thomas Maier, periodista y autor de “The Kennedys: America’s Emerald Kings”, un libro sobre esta suerte de dinastía estadounidense.
“Hablar de maldición, como si un dios místico estuviera vengando algo que los Kennedy hayan hecho, es absurdo y profundamente ofensivo para su religiosidad” católica, dijo Maier a la AFP.
Y subrayó que con Joe Kennedy, nieto de Bobby, como representante en el Congreso, el clan tiene a su “cuarta generación (dedicada al) servicio público”.
“No todas las familias tienen tres senadores, un presidente, dos candidatos” a la Presidencia, estimó Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia, en una entrevista con la AFP.
“La teoría de la maldición es muy popular porque nos hemos enfocado mucho en esta familia. Conocemos a cada uno de sus miembros”, afirmó.
El accidente de aviación de John John en 1999, que también causó la muerte de su mujer Carolyn y de su cuñada Lauren Bessette, sumió en el luto a los Kennedy pero también a todo el país.
“Una familia y un país unidos en el dolor”, tituló el diario The Guardian en su edición del 23 de julio de 1999.
Si la historia de estos hijos queridos de Estados Unidos sigue fascinando e intrigando, se debe a que encarnan “el encuentro de Hollywood y Washington”, explicó Sabato.
En el fondo es, según el periodista Laurence Leamer, agudo conocedor de la dinastía, la historia de “una familia de inmigrantes. Algo a lo que todos aspiramos. Todos hemos dicho a nuestros hijos: ‘Tú puedes convertirte en presidente de Estados Unidos’, aún cuando no lo creamos realmente”.
Pero para los Kennedy, el tema es diferente: “Ellos fueron criados sabiendo que eso era muy posible”, dijo. AFP