El chavismo tiene un nuevo libro de cabecera. Se trata de El libro azul, un breve texto firmado por Hugo Chávez que ya circula en la red y se distribuye en los sitios donde se le venera. El presidente Nicolás Maduro se ha encargado de calificarlo en sus torrenciales alocuciones –que, por cierto, ya superan la cantidad de horas en televisión del difunto líder en sus primeros meses de gobierno en 1999– como la palabra sagrada de la llamada revolución bolivariana. Con la promoción de esa obra Maduro está actuando como el sacerdote que consagra el pan y el vino en la misa. Cada vez que lee sus páginas convierte un acto de Gobierno en palabra sagrada, así reseña elpais.com / Alfredo Meza
El 17 de noviembre el presidente estaba reunido con los promotores del estado comunal –una idea que dejó inconclusa su antecesor con la aparición del cáncer- cuando decidió leer al vuelo un párrafo del texto, que quiso rebautizar como “Las profecías de Chávez”. “Y dice el profeta Chávez en el Libro azul (…)”. Justo entonces se detuvo y vaticinó la reacción que vendría: “Por ahí seguramente escribirán ahora que yo estoy llamado profeta a Chávez. Sí, él es profeta, nuestro profeta, duélale a quien le duela, árdale a quien le arda”, exclamó entre los aplausos de la concurrencia. Luego continuó leyendo: “El Proyecto Nacional Simón Bolívar (nombre del plan de gobierno) propone la fijación de un horizonte de tiempo máximo de 20 años, a partir del comienzo de las acciones transformadoras de la situación inicial, para que los actores y las acciones se ubiquen en el objetivo estratégico”.
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