Los hombres odiamos al maquillaje, y no es porque las haga ver mal ni porque sea un pegoste en sus rostros, sino al contrario, lo odiamos porque nos miente descaradamente logrando que lo que una vez fue hermoso y angelical, a la mañana siguiente sea una horrible pesadilla.
Pero como de seguro muchas personas hasta los momentos piensan diferente, aquí les dejamos una muestra de los milagros que pueden lograr unas mujeres no tan agraciadas con un trabajo profesional ante el espejo.
Fuente de las fotos: Enjoylol