Si sientes que no importa que hagas, tu cabello se ve siempre reseco y sin vida tal vez sea momento de probar un acondicionador que no se enjuaga. Estos te ayudan a desenredar el cabello antes de peinarlo pero también lo protegen de los elementos y trabaja durante el resto del día.
La forma más fácil de hacerlo es colocando en una botella con rociador una cucharada de acondicionador y una taza de agua tibia. Mezcla bien y úsala para humedecer tu cabello antes de peinarlo. Corrige las proporciones si te queda pastoso (agregando más agua).
Si estás buscando algo más natural combina los siguientes ingredientes:
1 taza de agua destilada
1 cucharadita de gel de aloe vera
1 cucharadita de aceite de coco
Es importante que hagas pruebas con el aceite de coco porque si el agua está fría lo puede endurecer. En caso de que te suceda sustituye el aceite de coco por una cucharadita de aceite de oliva e intenta de nuevo. Usa un peine de dientes anchos para esparcir la mezcla por todo tu cabello.