El estadounidense Lance Armstrong, ganador de siete ediciones del Tour de Francia y desprovisto de sus logros por dopaje, se reencontró el viernes con una de sus antiguas “víctimas”, el corredor francés Christophe Bassons, con quien tuvo problemas en 1999, publicó el diario l’Équipe.
A lo largo de una conversación grabada por el medio francés en un gran hotel parisino, el texano, sancionado de por vida el año pasado, pidió perdón a Bassons, a quien desalentó y empujó a abandonar el Tour en 1999.
“Lo más importante para mí es decirte en privado que lo siento”, declaró Armstrong en esta charla dirigida por el cotidiano galo.
“Honestamente, no sé si tomaría otra decisión si la ocasión se me presentase hoy. Me hubiera gustado no haberla tomado nunca”, reconoció el ganador del Tour de Francia de 1999 a 2005 sobre el hecho de haber recurrido al dopaje.
“Mi vida es complicada. Los 12 últimos meses he debido ser prudente. Por primera vez en mi vida, debo aprender a serlo. Y no es precisamente una de mis virtudes”, añadió el exciclista.
Antes de este acto con Bassons, Armstrong ya se reunió junto a un diario británico con su exmasajista, Emma O’Reilly, que testificó contra él.
Armstrong, que venía de Roma tras intentar acercar posturas con el italiano Filippo Simeoni, al que amenazó en 2004, ha iniciado una especie de “tour de la redención”, según l’Équipe, que se interroga sobre si su objetivo real es “aliviar su conciencia”, “reparar su destrozada imagen pública”, “detener la hemorragia financiera que está acabando con su fortuna” o, incluso, “volver a tener el derecho a participar en acontecimientos deportivos” ya que “sus futuros beneficios dependerán de la imagen que consiga rescatar y de la necesidad del deporte para hacerlo”.
Al margen de la conversación con Bassons, Armstrong recordó el resultado positivo en un control antidopaje en el Tour de 1999 por corticoides y que fue tapado a través de una autorización médica. “En efecto, no estaba demasiado claro. No estoy seguro de si el test dio positivo pero Hein (Verbruggen, presidente de la Unión Ciclista Internacional en la época) dijo que, desgraciadamente, un año después de Festina, no podía permitírselo”. AFP