Los triunfos opositores en los municipios más poblados del país y la recuperación de Barquisimeto, Valencia, Maturín, Barinas y San Juan de los Morros son logros sumamente significativos y elementos en líneas generales positivos para el balance, al igual que conservar la Alcaldía Mayor, Maracaibo y San Cristóbal.
El no haber alcanzado la mayoría al totalizar los votos nacionalmente, es un lunar al evaluar unos resultados positivos, por lo que no se logra todos los objetivos propuestos. En otras palabras, los resultados no son todo lo bueno que efectivamente han podido ser, pero en ningún caso pueden ser considerados una derrota, ni mucho menos una debacle para la oposición.
Y en el análisis hay que considerar el ventajismo, los abusos, el uso de los recursos del Estado y la parcialidad del árbitro, pese a todas esas desigualdades está demostrado se puede vencer.
Una revisión más exhaustiva de los números nos puede indicar la verdadera dimensión de las disidencias tanto del oficialismo como de la oposición, cerca de unos 800.000 votos que algunos denominan “tercer sector” en mi opinión no pueden sumarse indiscriminadamente a la oposición, porque hay que considerar que en más del 60 municipios el oficialismo no participo en forma unida.
La abstención se ubicó cerca del orden histórico en este tipo de elecciones, y la que se produjo seguramente afectó a ambos bloques, sin embargo aquí se requiere también disponer de toda la información para poder llegar a conclusiones.
Lo cierto es que la Unidad seguirá siendo un factor decisivo para continuar el avance, ella puede redefinirse de acuerdo a las nuevas realidades, pero siempre será imprescindible para triunfar. Igual que el diseño político-estratégico para un periodo en que no van a realizarse elecciones por casi dos años, ya que las próximas serán en diciembre del 2015.
Como advertimos al inicio está es apenas una primera lectura de unos resultados incompletos, diría un amigo: “casi disparando desde la cintura” pero que pueden servir de avance al debate necesario para las definiciones políticas próximas y la asunción de los nuevos desafíos en un país donde la gravísima crisis económica y social podrá agudizarse en el próximo tiempo y exigirá de los sectores democráticos colocarnos a la altura de las nuevas exigencias.
Esperamos que así sea, hay razones para pensar que podremos lograrlo, estos resultados así lo indican.
Luis Manuel Esculpi