El equipo de investigadores a cargo de la misión “Mars Science Laboratory” publica hoy en la revista Nature un importante descubrimiento de Marte. El vehículo de exploración marciana Curiosity ha hallado rocas sedimentarias en las proximidades del Cráter Gale que sugieren la existencia hace 3.600 millones de años de un lago de agua dulce. El análisis geológico ha determinado la presencia de lutitas en el terreno, un tipo de sedimentos característicos de masas de agua sin corriente, de baja salinidad y pH neutro, un entorno idóneo para la aparición de la vida microbiana.
En un afloramiento de sedimentos cercano al ecuador del planeta, conocido como Yellowknife Bay, Curiosity perforó 5 centímetros del subsuelo y obtuvo una muestra de polvo que comparó con el polvo de la superficie. Los resultados mostraron que el segundo había estado expuesto a la radiación ultravioleta, los rayos cósmicos y los percloratos, agentes destructores de cualquier rastro de materia orgánica. El primero, sin embargo, al encontrarse sepultado habría estado exento de dicha erosión.
Al calentar la muestra de polvo subterráneo, esta emitió una gran cantidad de dióxido de carbono, además de ver reducido el nivel de oxígeno gaseoso de los percloratos en descomposición, lo que para los expertos es una prueba inequívoca de la combustión del carbono orgánico. En base a este descubrimiento, los científicos aventuran que el lago habría contenido carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre, compuestos fundamentales para la formación de vida microbiana simple, como los quimiolitoautótrofos.
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