Denuncias de “amiguismo” y fuertes quejas por retraso en la venta es lo que se escucha en el portón de entrada de Pdvsa Gas Comunal en Unare, Puerto Ordaz, donde un grupo de personas reclamaba, este lunes, se les vendiera gas, luego de esperar hasta tres meses por la entrega a domicilio del pedido para recargar las bombonas de 18 y 43 kilos.
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Mientras el gerente de distribución, quien prefirió no identificarse, asegura que “no estamos autorizados para declarar, lo que te puedo adelantar es que el trabajo se está haciendo”, los usuarios protestaban y vociferaban que “la gerencia no sirve”. José Calzadilla, uno de los afectados, denunció un fuerte retraso en la distribución de gas a domicilio por parte de la estatal.
“Hice la solicitud hace tres meses y nada, y vengo hoy y me dicen que otro mes más” debe esperar para obtener el rubro. Unas 30 personas, aproximadamente, tenían el mismo reclamo: Llevaron una o dos bombonas de 18 o 43 kilogramos a la sede de Pdvsa Gas Comunal en vano, pues para las 10:00 de la mañana funcionarios de la empresa aseguraban que no había gas disponible.
En medio de los reclamos, un efectivo de seguridad de la sede reiteró a los usuarios “ya se despachó gas de 7:00 a 9:00 de la mañana”, mientras una mujer respondía que el horario acostumbrado de venta se extiende hasta las 10:30.
“Yo vengo de un campo, vine a las 5:00 de la mañana y no me quieren vender porque ‘gas no hay’ ”, lamentó sentado sobre su bombona Jerson Ribero, quien habita en San Jacinto, un poblado ubicado a unos kilómetros del peaje.
Colas interminables
Desde las 4:00 de la mañana las personas se empezaron a apostar en la cola para recargar las bombonas más pequeñas de gas, de 10 kilogramos. Ruth Barrow llegó a esa hora de la madrugada, y a las 10:00 de la mañana aún se encontraba de quinta en la populosa fila, esperando para ser atendida: “Están despachando poco y muy lento”.
Las bombonas se convierten en sillas para enfrentar la espera, y las sombrillas no tardan en aparecer en un panorama donde el sol no da treguas.
Barrow manifestó que “esto pasa en todas las regiones de la ciudad (…) yo estaba a las 3:00 de la mañana en la cola del cruce de la 45 (San Félix), que ahí despacha un camión, pero nos avisaron que no habría (gas) y me tuve que venir para acá”, reflejando que poder obtener gas es toda una odisea, bien sea a precio regulado o del mercado paralelo.
El Estado ha ajustado el precio del gas a 3,7 bolívares la bombona de 10 kilos, 6,7 bolívares la de 18 kilos y 16 bolívares de la de 43 kilos. Sin embargo, en vista de la escasa distribución de Pdvsa Gas, es común obtener el cilindro en camiones de particulares, en donde se paga hasta 25 bolívares por una recarga de gas, haciendo una cola igual o más larga que la que se observó ayer en la sede de la estatal en Unare.
“En Carabobo la solución fue militarizar”
A principios del mes pasado el servicio de distribución de gas en Carabobo fue delegado a la Guardia Nacional, para solventar las marcadas deficiencias y retrasos del servicio que reclamaban los usuarios de la entidad.
La medida fue tomada por el gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, e implicó un despliegue de 110 efectivos militares. El secretario de gobierno de ese estado, Miguel Flores, lo indicó en el momento que se pretendía “desmantelar las mafias que generaban problemas en la distribución del servicio”.