Alba busca recuperar fuerza tras la muerte de Chávez

Alba busca recuperar fuerza tras la muerte de Chávez

Foto: AVN

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) cerró una semana crucial en la que sus integrantes han buscado recuperar la fuerza del mecanismo tras un año marcado por la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, uno de sus fundadores y principal impulsor. EFE/Alberto Andreo

Frente a quienes auguraban un corto recorrido para este organismo después de Chávez, fallecido en marzo pasado, la ALBA convirtió su cumbre extraordinaria con Petrocaribe esta semana en un acto de reafirmación avanzando en la creación de una zona económica común y manifestando sus aspiraciones de llevar ese proyecto tanto a Mercosur como a la Comunidad del Caribe (Caricom).

También se convirtió en una prueba de fortaleza para Petrocaribe, tras la negativa de Guatemala de pasar a formar parte del mecanismo en noviembre alegando que los acuerdos no le convenían.





A este inconveniente se le sumó que Honduras, último país en unirse, que anunció que el primer envío de crudo pautado para septiembre no llegaría hasta diciembre por “problemas técnicos” en las refinerías venezolanas.

El ministro de Petróleo y Minería venezolano, Rafael Ramírez, señaló al inicio del XII Consejo Interministerial de Petrocaribe que antecedió al Cumbre con el ALBA que se celebró el martes pasado, que el organismo de integración energética cubre el 43 % de las necesidades de combustible de sus países miembros, a los que reparte 103.000 barriles por día.

“Podemos decir con satisfacción que todo el tema energético se ha venido cumpliendo y se ha venido supliendo de acuerdo a los requerimientos y a las posibilidades de nuestro país”, sostuvo.

Petrocaribe surgió como mecanismo de integración energética en 2005 y prevé la entrega de petróleo y derivados por parte de Venezuela en condiciones financieras ventajosas a los socios integrantes del organismo.

La alianza ALBA nació en 2004, impulsada tanto por Chávez como por el líder cubano, Fidel Castro, como un mecanismo para la integración de los países de América Latina y el Caribe, y basada en la solidaridad y en la complementariedad de las economías nacionales.

El mismo presidente venezolano y anfitrión en la II Cumbre Extraordinaria ALBA-TCP-Petrocaribe, Nicolás Maduro, defendió en el evento tanto la iniciativa como la idea de expansión regional como “una de las cosas más importantes que quizá se estén fundando en este momento” en América.

El jefe del Ejecutivo venezolano, pletórico tras los buenos resultados de los chavistas en las elecciones municipales del pasado 8 de diciembre, defendió la idea como la “única forma” de superar las “inequidades, desigualdades producto de los procesos históricos, de los tamaños de nuestras economías”.

El ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Elías Jaua, señaló durante la instalación del Consejo Político de la ALBA, organismo que integran los cancilleres del bloque, que la Alianza estaba “vivita y coleando” frente a los que pensaban que tras el fallecimiento de Chávez se iniciaría “el derrumbe de estos mecanismos”.

Jaua puso como ejemplo de la fortaleza de estos organismos la celebración durante este año que ya finaliza de dos cumbres de la ALBA y tres de Petrocaribe, e hizo frente de esta forma a los agoreros.

Sin embargo la idea de que a la unión ALBA-Petrocaribe consiga una zona económica con Mercosur, mercado común formado por Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela y Uruguay, parece una empresa complicada.

A pesar de las buenas relaciones que mantienen los dos pesos pesados del organismo, Argentina y Brasil, con Venezuela, ambos se han mostrado reacios a formar parte del proyecto de la ALBA.

Para la analista de la Universidad Central de Venezuela (UCV) María Teresa Romero tanto Petrocaribe como la ALBA son iniciativas debilitadas sobre todo por la crisis económica en la que está sumergida Venezuela desde hace meses, con una inflación que ronda el 50 %, escasez de alimentos básicos y alto coste de la vida.

“Los dos están (debilitados), por los problemas económicos y por la falta de Venezuela de un liderazgo (…) la propuesta general que es incorporar también a Mercosur y a Caricom no se ha dado y yo no creo incluso que se vaya a dar”, indicó Romero sobre la salud económica del principal impulsor de ambos organismos bolivarianos.

La Caricom está formada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, y Montserrat.

Romero recordó el caso de Guatemala, que tras buscar su inclusión en Petrocaribe, finalmente optó por no hacerlo al no mantenerse la oferta venezolana de cobrar intereses por debajo del 2 % sobre el total de la factura petrolera, en lo que también se interpretó como un leve giro en materia petrolera por parte de Venezuela.

Esa idea se vería reforzada con la intención del Gobierno de abrir un debate en Venezuela sobre la conveniencia de aumentar el precio del combustible, fuertemente subvencionado, y que apenas alcanza al día de hoy el céntimo de dólar por litro en el país.