Gobiernos que comenzaron con altos niveles de crecimiento y popularidad llevaron la economía al borde del colapso y perdieron apoyo luego de la muerte de sus líderes. Paralelos entre Cristina Kirchner y Nicolás Maduro
Darío Mizrahi/ Infobae
Venezuela cerrará 2013 con una inflación record superior al 50%, una de las mayores del mundo. Argentina se acercará al 30%, el nivel más alto en más de una década, así lo reseñó Infobae.com.
Con mucha ventaja, son los dos países con más inflación de América Latina. También son, según el “Balance preliminar de las economías de América latina y el Caribe 2013”, de la Cepal, los dos con menor previsión de crecimiento para 2014: 1% Venezuela y 2,6% Argentina.
El deterioro económico experimentado por ambos tuvo su correlato en la política. Tras 13 años de gobierno, Hugo Chávez consiguió en diciembre de 2012 una nueva reelección con el 55% de los votos y 10 puntos de ventaja sobre Henrique Capriles.
Cuatro meses después, en un país enlutado por la muerte de Chávez, Nicolás Maduro fue electo presidente por un discutido margen. Obtuvo 700.000 sufragios menos que su antecesor, y una diferencia de sólo un punto sobre el mismo rival.
En el caso de Cristina Kirchner el deterioro fue más lento. Impulsada por un fuerte repunte económico y el impacto emocional causado por el fallecimiento de Néstor Kirchner en octubre de 2010, obtuvo un aplastante triunfo en las elecciones de 2011, con el 54% de los votos, casi 40 puntos más que el segundo.
Sin embargo, tras formar su propio gobierno, en diciembre de ese año comenzó un proceso de estancamiento económico y crecimiento del descontento popular, marcado por masivas movilizaciones opositoras, que culminó con una dura derrota electoral en los principales distritos del país en octubre de 2013, a pesar de haberse mantenido como la primera minoría a nivel nacional.
“El caso argentino fue más efímero que el venezolano. Cristina Kirchner tuvo más éxito al comienzo, pero duró mucho menos que Maduro, que probablemente siga en el poder”, explica sociólogo Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (CIPOL), en diálogo con Infobae.
Lea la nota completa en Infobae.com