2013 estuvo caracterizado por ser un año de crímenes, de consternación. Las universidades, escuelas, vías públicas, entre otros centros, fueron escenarios de sicariato. correodelcaroni.com / Maisdulin Younis
Tal es el caso del joven universitario, acribillado a tiros en el patio central de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA) de Unare. En medio de alumnos, un sujeto ingresó a la sede del instituto de educación superior y mató a un estudiante del noveno semestre de Administración, otro joven resultó herido en medio de la balacera. El crimen se registró el 7 de octubre. Clunis Alexander Medina Gotopo, de 24 años, fue la víctima fatal de la arremetida, este caso continúa impune.
Al igual que la muerte de Medina, está la de un niño de 2 años. Una bala perdida de fusil le pegó en la cabeza a Jhonlier Antonio Barrios López mientras dormía en la cama de su mamá, el pequeño murió horas después en el Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo. El hecho se registró en octubre, en la parroquia Chirica, específicamente en el barrio Brisas del Sur.
Otro de los crímenes, fue el triple homicidio ocurrido al mediodía del 22 de julio, donde pistoleros acribillaron a Franklin Villarroel; Ramón Rafael Valenzuela y Ancelmo Guerra Cedeño, todos representantes del sindicato de la construcción, Sutic.
Otro de los decesos, a principio de año, fue la muerte Cristhailys Violeta Jiménez Portillo, de 8 años, baleada en la cabeza al momento que iba con su familia a bordo de un vehículo. Todo indica que los criminales confundieron el carro con el de unos delincuentes y, al disparar, una de las balas alcanzó a la pequeña, que murió en el Hospital Uyapar. El ataque fue en la parroquia Vista al Sol.
Entre otros asesinatos, está el crimen del funcionario del Cicpc, jefe de la Brigada de Respuesta Inmediata (BRI), Cristóbal Rivas, el 4 de septiembre en Alta Vista.
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