Colas de vehículos, largas filas de personas en los cajeros automáticos de los bancos, aglomeramiento en las vidrieras de zapaterías y tiendas de ropa. Éste es el escenario en el Centro de Maracaibo el último día del año. Los avisos de ofertas o “remates” en mercancía seleccionada están en cada tarantín del Callejón de los Pobres. Desde lejos se observa a quienes aceleran el paso hacia su artículo de preferencia, informa La Verdad.
“¡A 100, todo a 100!”. “¡Aquí están baratas las uvas para el fin de año!”. Entre los gritos de los buhoneros con sus ofertas se escuchan las cornetas desesperadas de los vehículos que intentan transitar por el único canal que dejaron libre los vendedores informales.
Desde tempranas horas de la mañana los clientes esperan para comprar lo que les haga falta para la cena o “pinta” de fin de año. María Hernández, ama de casa de 35 años, aseguró que aunque es un caos lo que se vive en el centro, todos los años deja las compras para el último momento ya que siempre encuentra ofertas.
“Es un desastre. Todos los vendedores gritan, la gente está apurada buscando la ropa y las frutas. Todos los 30 de diciembre hay ofertas porque los vendedores quieren salir de la mercancía antes de que se termine el año. La ropa se encuentra hasta tres veces más barata”.
Los transeúntes recorren la vía principal con el riesgo de ser atropellados mientras buscan algún producto en descuento o tratan de llegar a sus destinos. En las aceras están amontonados los vendedores informales con toldos y mesas, lo que deja caminos angostos para los vehículos.