Para muchos, los 20 años reflejan los momentos donde damos nuestros primeros pasos a la adultez plena: dejamos de ser una masa de carne llena de acné que se queja de no ser tratado como un hombre pero que tampoco quiere dejar de ser un niño y nos encaminamos (al fin) a alcanzar nuestros sueños. Ya especificamos las 10 cosas que un hombre debe dejar de hacer cuando se acerca a los 30 años, ahora nos concentraremos en el primer paso que separa a un adolescente de un hombre.
1. Mejorar su productividad
Un tipo serio debe estar caracterizado por ser un hombre eficiente, con lo cual, eso de pasar un fin de semana completo durmiendo por las borracheras del viernes y el sábado no aplica. Es típica la situación donde el domingo a las 9:00 PM recuerdas que tienes una entrega importante el lunes. Eso no debe volver a ocurrir. Asumir tus responsabilidades de la manera correcta forma parte de ser u buen profesional. Esto no tiene que ser visto solo desde el punto académico, en tu vida personal ser productivo con tu tiempo y el tiempo de los demás te hará ganarte el respeto, el cariño y la confianza de todos que te rodean, tu familia, tus amigos y tu pareja. ¿Qué más quisieras tener además de eso?
2. Planificar mejor su tiempo
Sabemos perfectamente que las grandes ciudades tienen un ritmo ajetreado que se satura debido al tráfico y nunca hay tiempo de nada. En realidad, sí lo hay, más de lo que tú crees. Todo es cuestión de estar demasiado claro en las cosas que debes hacer y cómo debes hacerlas, adaptando tu vida a al horario de la universidad y el trabajo, maximizando las horas usando cada espacio libre para hacer una actividad que te haga crecer, realizando una actividad extracurricular, ayudando a tu familia, haciendo ejercicio, etcétera. De la misma manera, sé flexible. Un hombre conoce el límite de su tiempo pero no lo desperdicia.
3. Cuidar su salud y ejercitar su cuerpo
¿Recuerdas eso de pasar durmiendo todo el fin de semana por culpa de la resaca? También debes estar consciente del daño que te estás haciendo. Tu salud es importante y la actitud “a mí nunca me pasa nada” te cobrará factura a la larga. Comer sano, hacer ejercicio todos los días, estar claro que los excesos (de cualquier cosa) son malos e invertir parte del tiempo en el cuidado personal, son ritos que debes incorporar en tu vida.
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