La reunión mañana entre el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de EEUU, Barack Obama, llega en un momento de fluida cooperación en las relaciones entre ambos países, que suman ya 229 años de historia. EFE
Aunque las relaciones bilaterales atravesaron momentos difíciles y de desencuentro -en especial cuando en 2004 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero retiró las tropas españolas de Irak-, hoy en día son buenas y cordiales, insistieron fuentes del Ejecutivo español.
Se abre, según el Ministerio de Asuntos Exteriores, un prometedor futuro en esa relación, en lo que influye también, de manera cada vez más acusada, el peso de lo hispano en EEUU.
Perviven no obstante algunas divergencias -respecto al reconocimiento de la declaración unilateral de independencia de Kosovo- y hay todavía cuestiones pendientes, como la retirada de las tierras contaminadas en Palomares (sur), donde en 1966 cayeron en sus proximidades cuatro bombas termonucleares tras la colisión de dos aviones estadounidenses.
Existen otras cuestiones pendientes más actuales que podrían ser abordadas en la reunión entre Rajoy y Obama, como el supuesto espionaje electrónico masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a mandatarios y millones de personas en todo el mundo.
La investigación sobre la muerte en 2003 en Irak del periodista español José Couso, cámara de televisión, es otro asunto aún sin resolver.
La acusación del caso pidió hace unos días al juez español que inicie los trámites para actuar contra funcionarios de EE.UU. a los que la familia acusa de un delito de encubrimiento por impedir supuestamente la investigación su muerte.
A lo largo de más de dos siglos de relaciones (desde 1785), se han vivido hechos destacados como la adquisición por parte de EE.UU a España de Florida o la guerra hispano-estadounidense de 1898, que concluyó con el control de EE.UU de Puerto Rico, Guam y Filipinas (antiguas colonias españolas) y la salida de España de Cuba.
Después de estar interrumpidas las relaciones diplomáticas ente 1946 y 1951, debido a la política de no beligerancia de la dictadura franquista durante la II Guerra Mundial, en 1953 se firmaron los “Pactos de Madrid”, por los que España recibía ayuda económica, técnica y militar a cambio de construir y utilizar EE.UU. bases militares en territorio español.
En 1959, el presidente Dwight Eisebhower hizo una visita de Estado a España, que supuso el respaldo norteamericano al régimen del general Francisco Franco.
En 1975, tras la muerte del dictador, las relaciones entraron en una nueva fase marcada por el apoyo norteamericano a la democracia.
España prestó apoyo logístico al país norteamericano en la Guerra del Golfo (1991) y en 2003 respaldó la Guerra de Irak.
Después de un periodo de enfriamiento con la llegada al gobierno del socialista Rodríguez Zapatero (2004), contrario a esa guerra, las relaciones se normalizaron con la presidencia de Obama y el apoyo español a la estrategia estadounidense en Afganistán.