Un estudio publicado en la revista ‘Neuron’, revela que un equipo de científicos japoneses pudo descubrir que una secuencia de ADN llamada retrotransposón, conocida anteriormente como ‘genes saltarines’, podría ser esencial para entender el origen de la esquizofrenia.
Los investigadores revelaron que los retrotransposones LINE-1 son anormalmente abundantes en el cerebro de los pacientes con esquizofrenia.
“Nuestros resultados sugieren firmemente que el aumento anormal de retrotransposones de LINE-1 en las neuronas, desencadenada por factores ambientales y/o combinados con un factor de riesgo genético, juega un papel decisivo en la esquizofrenia”, concluye el equipo dirigido por el doctor Kazuya Iwamoto, de la Universidad de Tokio, y el doctor Tadafumi Kato, del Instituto de Ciencias del Cerebro RIKEN.
Los autores del estudio explican que los transposones generan una variedad neuronal durante el desarrollo normal y que su excesiva movilidad puede deberse a causas hereditarias, sin descartar que también influya el entorno.
Según los científicos japoneses, la aparición de la esquizofrenia se debe a que los transposones se insertan cerca de genes esenciales para el desarrollo y el funcionamiento del cerebro. De este modo no solo alteran su actividad, sino también la forma en que responden al entorno.
Los retrotransposones son secuencias cortas de ADN que se amplifican de manera autónoma en un genoma y se mueven alrededor de él. Una clase de retrotransposones es la llamada Largos Intercalados Elementos Nucleares (LINE, por su sigla en inglés) que se cree que pueden hallarse en el origen de una serie de trastornos y enfermedades como el cáncer.