En menos de tres décadas la historia cambió. Si antes, entre los años 80 y 90, una oleada de venezolanos veía a los poblados de Maicao y Cúcuta como zonas comerciales donde brillaban los precios bajos, ahora son los colombianos quienes ven a Venezuela como el país “rey” en el que pueden gastar todos sus pesos. Panorama
La abismal diferencia cambiaria entre el peso y el bolívar ha desatado en el país, y especialmente en los estados fronterizos como Zulia y Táchira, un mercado paralelo en el que un peso vale 300 veces más que un bolívar, lo que invirtió los roles. Ahora un mar de personas del vecino país prefiere comprar productos en nuestro territorio. Es que, viajar de Maicao a Maracaibo hay poco más de 100 kilómetros, unas dos horas en carretera, mientras que pasar de Cúcuta a San Cristóbal, el camino se hace en solo 34 kilómetros.
Patricia Luzardo, zuliana y ama de casa, todavía recuerda cuando cruzaba la frontera para comprar sábanas, ropa, telas y otros productos que en Cúcuta eran más económicos. Con ‘pacas’ de bolívares en sus manos se tomaba un sábado y rompía la rutina para viajar y comprar “docenas de productos” en el extranjero.
“Hace 20 años, mi familia y yo visitábamos ese país así como muchos otros venezolanos lo hacían. Para esa época era común, era muy normal ir de compras para allá. Todo era barato porque nuestra moneda tenía más valor y, además, la ropa, las telas y sábanas eran de muy buena calidad. Aprovechaba y hasta compraba cortinas para revender en Maracaibo”, recordó Luzardo.