Doble discurso todo el tiempo. Información y contra información. Mentiras, manipulación. Y, algo muy notorio, una simulación descarada de sensibilidad social y humana. Algo que no tienen. A estos próceres del comunismo mundial no les importa nada. Ni la gente ni los amigos. Nada. Solo aparece el cuento de la sensibilidad y el respeto al honor o la necesidad de no meter en el saco político algún tema, cuando de verdad les cayó un balde de desechos encima. Muy cubana esta estrategia. No hablemos del caso Mónica Spear porque hay que respetar su honor. No es un tema para ser politizado. Es decir no hablemos de nada que perjudique a Maduro, a los Castro y al clan estafador; pues eso es politizar la vida nacional.
Al leer estas declaraciones de Maduro, salta rápidamente la intención final del castrocomunismo. Veamos: Nicolás Maduro, en lo que fue el primer Consejo de Ministros realizado en el Palacio de Miraflores este año dijo que es “criminal usar el dolor de una familia para lucrarse económica o políticamente”, llamando a sacar de la “politiquería” el tema de la seguridad nacional y de la pacificación. Llamó a crear comunidades de paz y a desarmar a las bandas, con la ley en la mano, para incorporarlos. “Basta de la matazón, cambiemos las pistolas por cuadernos de estudio, por libros”, reiteró Maduro. Hizo un llamado a todos los alcaldes y gobernadores para que en el venidero mes de febrero se pueda visualizar la misión que pacificará al país. Criticó las estadísticas que llamó “de la muerte” según las cuales se establecen mediciones de cuánto bajaron o subieron las tasas de homicidio en el país.
Pues, más claro no es posible. La intención primaria y es la que todavía no han logrado, es que los medios de comunicación en general y los ciudadanos no tengan opinión. Que no se expresen, que no se informen. Cero noticias negativas. Cero opinión pública. Cero oposición. Cero disidencia. Mientras tanto, mientras se alcanza ese supremo grado de felicidad tipo Cuba, se les agradece no politizar. Se les agradece no tratar temas que dejen mal a la revolución chimba y se les agradece respetar a los muertos. Se les agradece, entonces, no politizar el tema de la escasez y el desabastecimiento. No politizar el tema de la inflación y el desempleo. Desalmados no politicen el tema de la corrupción y los teniente Andrade que andan por ahí millonarios de tanto comunismo junto. Se les agradece no politizar algo tan delicado como la devaluación producto de que no hay un dólar con qué honrar compromisos.
Es más, se les agradece guardar silencio. Cállense, mejor.
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Publicado originalmente en el diario El Universal (Caracas)