El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezará el lunes una reunión con los representantes de todos los canales de televisión de señal abierta y cable que operan localmente para revisar una programación que, asegura, fomenta la violencia en uno de los países más inseguros del mundo.
Tras años de evadir el tema públicamente, el Gobierno socialista de Venezuela intenta resolver el problema más grave del país: la inseguridad, que volvió a ocupar la agenda política tras el asesinato de un ex reina de belleza y su ex esposo, en un crimen que conmocionó al país.
“Yo he dado instrucciones para que se revise toda la programación de las televisoras en este país, por cable y sin cable. Vamos a construir una cultura de la paz”, dijo Maduro la semana pasada al convocar a la reunión del lunes.
Durante un discurso ante la Asamblea Nacional Maduro criticó duramente a los canales de televisión.
“Se la pasan transmitiendo antivalores de la muerte, del culto a la droga, a las armas, a la violencia, a la traición y a todo lo malo que puede tener el ser humano. ¿Es que los venezolanos no podemos tener cosas buenas?”, se preguntó.
Desde que el fallecido Hugo Chávez asumió como presidente del mayor exportador de crudo de Sudamérica, en 1999, los asesinatos crecieron un 105 por ciento, según el Gobierno.
En el 2009, Chávez prohibió la fabricación, importación y distribución de videojuegos y juguetes bélicos acusándolos de incitar la violencia, pero su supresión no contribuyó a combatir el alto índice de homicidios que, según cifras oficiales, fue de 39 por cada 100.000 habitantes durante el año pasado.
Sin embargo, organizaciones no gubernamentales aseguran que las muertes violentas son del doble, colocando al país como uno de los más violentos del mundo, por detrás de Honduras y El Salvador.
Pero la medida de revisar los contenidos no fue bien recibida por todos los bandos políticos.
“Eso es un camino a la insistente práctica de este Gobierno de coartar la libertad de expresión y con la excusa de las telenovelas lo que se viene es una persecución a los medios de comunicación”, opinó el diputado opositor Luis Barragán.
En los últimos 14 años de gobierno socialista en Venezuela se han implementado una veintena de planes de seguridad sin resultados favorables. Analistas aseguran que la impunidad y el frágil sistema penal son los principales problemas.
A pesar de ello, por primera vez, la oposición se ha sentado en la misma mesa con el oficialismo para discutir los planes de seguridad en los estados y municipios que gobierna dejando un ápice de esperanza para la implementación de un plan nacional que, finalmente, frene la violencia.
(Reporte de Diego Oré, Editado por Juana Casas)