El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, rompió este lunes el protocolo al conversar con turistas en las calles de La Habana Vieja, tomarse fotos con niños y cortarse el cabello en una de las nuevas peluquerías privadas de Cuba.
Vestido con una tradicional guayabera blanca cubana, el jefe de la ONU se detuvo a conversar en francés con unos turistas franceses que lo reconocieron, y luego entró a una peluquería privada, donde pidió que le cortaran el pelo.
“Nos saludó cariñosamente, luego se sentó y me pidió que le hiciera los cortes”, declaró emocionada a la AFP la peluquera Josefina Hernández, quien nunca olvidará que atendió al secretario general de Naciones Unidas.
Su presencia provocó gran revuelo en la callejuela de la peluquería, que fue ocupada por numerosos fotógrafos profesionales y aficionados, mientras turistas y habaneros corrían para poder verlo, y los escoltas de Ban y agentes cubanos intentaban mantener el orden.
“Esta es la mundial”, dijo, apelando a una frase que los cubanos emplean para calificar un hecho insólito, Eusebio Leal, el historiador (conservador) de la ciudad, que acompañó a Ban y su esposa, Yoo Soon-taek, en la caminata por La Habana Vieja.
Ban, que llegó la madrugada del lunes a La Habana invitado a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) este martes y miércoles, también visitó una escuela, donde se tomó fotos con los alumnos y les pidió que estudiaran “duro”.
“Estoy muy impresionado por los esfuerzos continuados por preservar La Habana Vieja”, dijo Ban a periodistas durante su caminata por esta zona de la capital, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. AFP
Fotos YAMIL LAGE/AFP