Hace 45 años, los Beatles grababan su nuevo disco en un estudio de Londres, cuando decidieron subirse a la azotea para interpretar algunas de las canciones. Ese pequeño concierto, el último que ofrecieron en directo, se convirtió en una imagen mítica más de la banda. Una actuación legendaria que después han imitado otros grupos.
Era mediodía cuando los Beatles subieron al tejado de los estudios Apple Records. El pequeño concierto, apenas 42 minutos, formaría parte del documental que estaban rodando para mostrar al mundo el proceso de grabación de su nuevo disco.
Pensaron tocar frente a las pirámides, la torre Eiffel, sobre un barco…Al final, en medio de un clima insoportable de enfrentamientos y desavenencias, se conformaron con el tejado.
Interpretaron cinco canciones, las repitieron varias veces. John Lennon necesitó un apuntador, no se acordaba de las letras, sobre todo las de McCartney.
Rápidamente la gente comenzó a congregarse en la calle. En este barrio londinense -lleno entonces de sastres y oficinistas- la atronadora música de la banda molestaba el relajado momento de la comida.
Los vecinos llamaron a la policía. Los agentes llegaron a subir a la azotea, llegaron a desconectar la guitarra de George Harrison…”Espero que hayamos pasado la prueba”, ironizó Lennon al final de la actuación más legendaria del grupo.
Ellos no lo sabían y tampoco su seguidores, pero aquel concierto iba a ser el último que ofrecerían en directo. Una legendaria actuación imitada por U2 o Red Hot Chilli Peppers.
Fuente: Antena3