Quisiera ser lo más ponderado posible para alentar procesos de definición política en la llamada oposición. La idea vino del gran amigo Orlando Vieira Blanco, sobre que me expresara con más equilibrio para abordar las luchas de la oposición por su unidad total y sin exclusiones a priori… y lo que sigue es mi intento.
No me pidió esconder mis posiciones, auguró sí que ayudara a hacer entender los dilemas actuales de una oposición, que debe superar su confusión y escepticismo, porque merece ser representativa de la mayoría nacional, como se logró en Abril de 2013.
Lo primero es decirle al señor Capriles que se olvide de un liderazgo del tamaño desproporcionado que tuvo en el pasado reciente, que ya vimos como no se correspondió, por decir lo mínimo, con las expectativas que millones depositaron en sus capacidades, no así para quienes conocimos siempre sus graves limitaciones.
Que se olvide por supuesto de nuevas candidaturas presidenciales y que quienes quieren competirle no intenten repetir ese itinerario de nuevos aspirantes a convertirnos en masa de borregos rumiando en el pastizal electoral del régimen, a cambio de migajas crematísticas y a veces ni tan exiguas, porque salen riquísimos de esos puestos que tanto desean conservar.
Es un hecho, sin embargo que por muy disminuido que haya quedado el papel de Capriles en la oposición, él puede y debe sumar su concurso al de otros líderes que estarían dictando pautas de como enfrentar el calamitoso gobierno de Maduro, en estas circunstancias heredadas de la confusión y retrocesos de la oposición, inducido por los líderes MUD y en particular por HCR a partir del “frenazo” de abril y del peregrino llamado a plebiscito en diciembre último, que terminó en consecuencia lógica como táctica suicida yendo a parar al Palacio de Miraflores.
Allí terminó, como los del coro de Chávez días antes, el otrora “dejador de pellejos” poco menos que como prisionero cuentadante del régimen chavista , por aquello de la descentralización reducida a escombros y la obligante solidaridad de corresponsabilidades administrativas de Gobernadores y Alcaldes, con el poder central de Estado y particularmente con la Presidencia y el Ejecutivo, que envía los menguados fondos del “situado constitucional” cada mes, para pagar las “clientelas opositoras”.
Aclaremos de una vez que para demasiados venezolanos nos resulta repugnante la práctica de ver despilfarrar enormes recursos del ingreso nacional, en la promoción publicitaria de hegemonías del gobierno y de figuras hegemónicas de la oposición, forjadas por intereses económicos poderosos, cultores del marketing bobopositor.
A quienes aspiran el relevo de Capriles en el liderazgo les digo de una vez que están obligados a mantener unidas las fuerzas de todos los que nos oponemos a este régimen piltrafa que incluye de costadito hasta fungen ahora como ilusos dialogadores miraflorinos.
Y dejemos claro de arranque, que quedarían muy mal parados si lo que buscan es sustituir a Capriles como precandidatos para 2019, o incluso para obtener cuotas parlamentarias para los de sus entornos dentro de dos años.
Si se aspira a un cambio de rumbo en la conducción opositora, luego del malhadado liderazgo de Capriles, he de decir, en haber de mi argumento, que esta vez soy yo, quien desconfió siempre de su calidad, el que les recuerda, a los aspirantes a sustituirlo, que Capriles lo hizo bien cuando por fin cambió su discurso, entre enero y 16 de abril de 2013 y su desastre ocurrió cuando no le dio el cuero a partir del 17 para reclamar nuestra victoria, con la excusa de aborrecer la violencia que por cierto fue de exclusiva responsabilidad del gobierno madurista.
Afirmo lo anterior porque si es para mandar a apagar bombillos un cuarto de hora, o tocar corneta o volver a las misas de campaña, cuando no a las vergonzosas bailoterapias, entonces que siga Capriles, que al fin y al cabo ya estaba ducho en esas posturas blandengues como… “LLamar a Salsa Casera”, con lo que sustituyó el mensaje de rebelión general contra el fraude del 14 de abril.
En mi artículo anterior… http://albertofranceschi.com/
Repito entonces que el problema no es solo ir a la calle sino que se sienta una poderosa fuerza político-social de fondo, buscando la coincidencia cívico-militar, para terminar los días de este gobiernito hambreador y generador del caos que se desarrolla frente a nuestros ojos, ya sin parar hasta el abismo.
Están planteándonos ahora el liderazgo emergente de María Corina y Leopoldo López, al cual trata de sumarse el infaltable Ledezma, que de cantar en Miraflores el himno a coro con Chávez, va presuroso a la plaza Brion (es su derecho) porque entiende su deber de solidaridad con opositores que planteen la lucha frontal contra el régimen, lo cual es mejor que irse al maratón de Miami, como el despechado, porque ya no le rinden pleitesías y osan incluso cuestionarle sus formulitas capituladoras de la cohabitación Ad æternum.
Y desde este liderazgo en plan de relanzamientos se nos dice que la vía que debemos abrir es la de convocar una Constituyente.
A mí me parece muy buena esa convocatoria para realizarla desde el momento que se tenga una mayor porción territorial bajo control de un Gobierno Provisorio, que previamente haya expulsado militarmente a todos los esbirros castristas incluyendo el funcionariado madurista.
Se los digo así para resaltar lo portentosamente ilusorio que lleva implícito eso de quererle convocar una Constituyente al gobierno de Maduro, que sería fin de mundo si este la aceptara, como clara expresión de la soberanía nacional.
Porque si no es esa la aspiración de los que plantean esta febril propuesta, entonces están fabricando un gran fetiche con el que pretende ocultarse u obviar una necesaria propuesta de imponer, por vías de hecho, un gobierno, distinto y alternativo, frente a la estafa madurista. ¿Por qué entonces no lo dicen?
Pero…¿Están proponiendo un gobierno que emerja de una Constituyente, soberana y con poder? ESO, es correcto, aja…pero… ¿ y cómo se “constituye” esa constituyente si el gobierno de Maduro se niega a convocarla y peor todavía…¿ cómo se hace si Maduro hace trampa para cogérsela, como en 1999, lo hizo Chávez con el 98 % de sus diputados constituyentes?
Nadie puede discutir la validez de una necesaria Constituyente para rehacer el Estado de la República de Venezuela democratizada, pero primero debe salirse de este régimen de losbolichicos y de jerarcas militares corruptos o cómplices de desmanes contra los intereses nacionales empezando por el de mantener al estado chulo castrista cubano con más de 15 mil millones de dólares por año, que de lejos es nuestra principal carga contra el ingreso petrolero y de nuestros impuestos.
Creo que los amigos convocantes a las entusiastas y combativas jornadas de protesta del 2 de febrero, merecen 20 puntos, por la motivación explicita para sacar la gente a la calle, pero en cuanto a la claridad estratégica sigue la confusión, porque sencillamente no se dice cuál es el objetivo preciso, más aún si se aspira a que los manifestantes se multipliquen en próximas jornadas como la convocada para el 12 de febrero próximo.
Porque si siguen presentes las graves carencias en la formulación de esa estrategia, que pareciera reducirse a desbancar a Capriles, pero quedarse en las mismas medias tintas del mismo Capriles, aunque sean un poco más vehementes, lo perceptible es que se sigue en el terreno del régimen y sus convenientes opositores a la medida.
Maduro apuesta a que la oposición le ayude a evitar su caída en el desbarranque y ya logró con Ledezma, la señora de Rosales, Henry Falcón Cocciola, Ocaris, Blyde, etc, que se apresten desde Miraflores, y cantando el himno con Chávez, para ese oficio de llamar a la calma para apagar incendios. Luego entró en el redil Capriles, publicitado como coequipero contra la delincuencia con el ministro Rodríguez Torres, el mismo encargado de la represión política contra la oposición… cosas veredes.
Si me permiten un resumen, creo llegado el momento donde muchos liderazgos deben probar su competencia porque, más que discursos y relumbrones de pantallas de TV, se necesitan ideas, planes, propuestas visibles de ruptura con el régimen y expresar vivamente un radical realineamiento ideológico para montar nuevas opciones y la organización basada en esas ideas programáticas, que por fin sustituyan el marketing millonario del sifrinismo político, que lleva implícito la blandenguería frente a este régimen de oprobio castrista, que nos desarma y premia el escepticismo luego de cada gran desengaño electorero vicioso.
Admito que muy difícilmente se puede hablar con una franqueza absoluta sino desde una trinchera donde lo que menos esté planteado sea una candidatura. Los que no anden armando una que den un paso al frente hacia altos riesgos y sin esperar compensaciones… muchos de mis lectores me increpan que de yo también de el paso… no faltaba más… desde que me borraron los grandes medios, de cuyo anonimato impuesto me les escapé gracias a internet…espero en el dugout. Mario Silva anda en campaña radial para meterme preso… se quedará con las ganas…soy “inagarrable”, vivo en una rábida cartuja. Más rápido lo silencian a él que a mí.