El contrabando de medicamentos es un monstruo que se come la vida de los pacientes con cáncer, pero la actitud criminal y la indolencia hacen más gigante al monstruo. Ayer en rueda de prensa, el mayor general Yomar Rubio Silva, comandante de la Región de Defensa Integral (Redi) de Occidente, informó que hay un efectivo militar activo del Ejército detenido por el decomiso en la frontera de varios medicamentos para el cáncer, entre ellos 305 dosis de Optiray, un reactivo para las tomografías computarizadas. La Verdad
El oficial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tenía además varias dosis de Mabthera, un medicamento para pacientes con leucemia linfocítica crónica y ampollas de Herciptin para atacar el cáncer de mama y gástrico. Con su acción, de cierta manera el militar sentenció a muerte a un grupo de pacientes con leucemia terminal y cáncer de mama, primera causa nacional de muerte oncológica en la mujer.
La incautación se produjo en la población de Moina, en el municipio Guajira, cuando el efectivo intentó pasar la alcabala con los frascos. De acuerdo con Rubio Silva, el militar llevaba dos millones de bolívares en efectivo camuflados en una cava de hielo. Iba hacia Colombia.
La otra cara de la moneda
Mientras un militar corrupto caía en la frontera, María León sufre. Este viernes, la mujer de 65 años caminaba sola por los pasillos de diferentes hospitales con un tapaboca y un gorro para tapar la cabeza sin cabello. Al devastador efecto de las quimioterapias se le suma la desesperación por no hallar una dosis de esperanza. Es su rutina diaria desde hace poco más de tres meses.
Ella no tiene vello en las cejas ni las pestañas. Es viuda, madre de cuatro niños y padece cáncer de endometrio. “La historia se repite. Hace seis años padecí la enfermedad, pero en el estómago; esta vez las células cancerígenas se activaron en el endometrio. En la ciudad hay muchas instituciones públicas que me ayudan a conseguir los medicamentos, pero la escasez no lo permite. Tengo que hacerme una quimioterapia el próximo mes y hay muchas posibilidades de que no se consiga. Si interrumpo el tratamiento me puedo morir”.