Desde las 3:20 de la madrugada un amplio despliegue de motorizados y patrullas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía del estado Bolívar (PEB) se observó por todo el sector de Alta Vista. El objetivo: disolver la protesta estudiantil, que se concentraba en la plaza Monumento CVG, por quinto día consecutivo, de forma pacífica. correodelcaroni.com
Los estudiantes se arrodillaron frente a las tanquetas y ballenas de la GNB a su arribo al epicentro de la manifestación, mientras a lo lejos se escuchaban las sirenas de las patrullas que llegaban como “refuerzo”. A las 4:02 una voz advierte a los jóvenes que, de no disolver la protesta en tres minutos “usarán la fuerza”. 180 segundos después, lanzan la primera bomba lacrimógena hacia la concentración.
Las cacerolas no tardaron en sonar desde los balcones de los edificios aledaños, en rechazo a la represión de una protesta totalmente pacífica, por parte de oficiales con equipos antimotines.
“Gas del bueno”
A las 4:23 de la madrugada el gas lacrimógeno ya era insoportable en el sector de Alta Vista, núcleo de la actividad comercial de Ciudad Guayana, a lo que posteriormente se sumaron disparos de perdigones. Los estudiantes corren por la avenida Guayana, mientras son perseguidos por la GNB, otros buscan refugio dentro de las residencias cercanas. Algunos yacen desmayados.
Comienza a salir el sol. Un grupo de estudiantes continúa apostado en la plaza a las 5:30 de la mañana. Patrullas de la PEB y la GNB recorren todo el sector de Alta Vista, a reprimir también las manifestaciones pacíficas de los vecinos, que suenan cacerolas al frente de sus edificios rechazando una represión que asemeja una emboscada.
En varias residencias ubicadas en el Paseo Caroní lanzaron gas lacrimógeno hacia adentro. Dos bombas de gas pimienta fueron lanzadas en los edificios Churum Merú y Auyantepuy en la avenida Las Américas. Los vecinos corren despavoridos, pero ni en el interior de la edificación encuentran alivio ante el gas. A las 6:00 de la mañana vuelven a salir a las calles.
Pasan los efectos del gas y estudiantes y vecinos vuelven a las calles a manifestar en las vías mencionadas, no parecen intimidarse ante el ataque y amedrentamiento de los cuerpos de seguridad.
6:30 de la mañana: En cada punto de concentración cada vez se suma más gente, luego de cada ataque de gas por parte de los cuerpos de seguridad, que continúa durante tres horas. El arma de los vecinos es una cacerola.
Los jóvenes fueron agredidos, como en el caso de Oscar Dam, estudiante de Medicina de la Universidad de Oriente (UDO), que resultó herido en la espalda por perdigones durante la violenta disolución de la protesta.
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