“Existen otros días en los cuales el Santo Padre se podrá manifestar” al respecto, dijo Lombardi en una rueda de prensa, en la cual ilustró los avances de las discusiones a puerta cerrada del líder católico con cardenales de todo el mundo sobre el tema de la familia.
El sacerdote jesuita constató que “existen muchísimas situaciones en el mundo que requerirían una atención”.
Poco antes, durante esa misma comparecencia, él mismo había leído una declaración formal que expresó la solidaridad del pleno del Consistorio Extraordinario (como se le llama a la reunión de cardenales) con diversas naciones.
“A cuantos sufren a causa del evangelio, el Santo Padre y los cardenales desean renovar la seguridad de su constante oración, exhortándoles a permanecer en la fe y a perdonar de corazón a sus perseguidores, a imitación del señor Jesús”, indicó.
“Al mismo tiempo, el pensamiento del Papa y de los cardenales se dirigió a las naciones que, en este periodo, están laceradas por conflictos internos, o por graves tensiones que lesionan la normal convivencia civil, como en Sudán”, agregó.
También consideró a Nigeria, donde un continuo goteo de atentados provoca numerosas víctimas inocentes, en un “creciente clima de indiferencia”.
El texto expresó “especial aprehensión” por el “dramático desarrollo” de la situación en Ucrania, para la cual se desea que “cese prontamente toda acción violenta” y “restablecen la concordia y en la paz”.
“Preocupa mucho el persistir del conflicto en Siria, que parece aún lejano de encontrar una solución pacífica duradera, como también el de la República Centroafricana, el cual asume cada día proporciones más amplias”, sostuvo.
Calificó como urgente la iniciativa de la comunidad internacional para favorecer la paz y la reconciliación interna, garantizar el restablecimiento de la seguridad y del estado de derecho, además de permitir el indispensable acceso a las ayudas humanitarias.
“Por desgracia se tuvo modo de notar que muchos de los conflictos en curso son descritos como de naturaleza religiosa, no raramente contraponiendo subrepticiamente cristianos y musulmanes, mientras se trata de conflictos que tienen primariamente raíces de naturaleza étnica, política y económica”, dijo.
“La Iglesia Católica, al condenar toda violencia perpetrada en nombre de la pertenencia religiosa, no dejará de continuar el propio empeño por la paz y el reconocimiento”, apuntó.
Fuente: Informe21