Por la presión internacional, Yanukovich y la oposición firmaron un acuerdo para que se celebren comicios presidenciales y se cree un gobierno de unidad nacional. En los últimos tres días murió más de un centenar de personas. AFP
“Anuncio el lanzamiento de un proceso de elecciones presidenciales anticipadas. Inicio también la vuelta a la Constitución de 2004, y la formación de un gobierno de unidad nacional”, dijo en un comunicado el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich.
Luego de la muerte de decenas de manifestantes en la jornada más violenta desde el inicio de los enfrentamientos, el mandatario se vio obligado a ceder. La clave de la decisión fue la gestión de los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia, apuntalada por la determinación de la Unión Europea (UE) de imponer sanciones contra funcionarios y militares ucranianos que tengan las manos “manchadas de sangre”.
Yanukovich realizó el anuncio tras un cónclave con los diplomáticos europeos. Luego, con ellos como mediadores, el mandatario y los líderes opositores firmaron el acuerdo.
El pacto estipula un regreso a la Constitución de 2004, que le otorga más poderes al Parlamento, una elección presidencial anticipada en diciembre, y la formación de un gobierno de coalición en diez días, según el canal privado 1+1.
Las conversaciones, que comenzaron el jueves, fueron calificadas como “muy difíciles” por la diplomacia alemana, y recién finalizaron a primera hora del viernes. El canciller francés, Laurent Fabius, señaló que no se conocería el texto definitivo antes de finalizar la mañana.
La iniciativa del Gobierno fue una respuesta a la crisis que ya lleva tres meses, pero que se agravó a partir del martes. Según datos de medios opositores, un centenar de personas, en su gran mayoría manifestantes, murieron desde entonces en los enfrentamientos en el Maidán, o plaza de la Independencia, epicentro de la peor crisis vivida por este país desde su independencia en 1991.
Por el momento, no todos parecen acordar con lo firmado. La líder opositora Yulia Timoshenko, en prisión, dijo que “la destitución de Yanukovich y las acciones judiciales contra él por la muerte masiva de civiles deberían ser la única exigencia del pueblo, de la oposición y de la comunidad internacional”.
Según el ministerio de Salud, el balance de los enfrentamientos de la semana es de 75 muertos y de 76 heridos “en estado grave”.
De acuerdo con los informes oficiales, entre los muertos hay por lo menos 13 policías (diez el martes y tres el jueves).
Los incidentes del martes se desencadenaron con una operación policial para recuperar el control de la plaza, que topó con una violenta resistencia y dejó 28 muertos.
El jueves se iniciaron en cambio con una violenta embestida de centenares de estudiantes radicales enmascarados y armados con palos, bulones, adoquines y botellas molotov para recuperar el terreno perdido.
El ministerio reconoció que los agentes dispararon con balas reales, y lo justificó diciendo que fue para proteger sus vidas.
Periodistas de la agencia AFP contabilizaron el jueves por la mañana 25 cadáveres con impactos de bala en las inmediaciones del Maidán, donde se veían muchas manchas de sangre.
Los disparos provenían tanto de los cordones policiales como de edificios aledaños.
Imágenes grabadas por Radio Svoboda mostraron a un hombre, presuntamente de las fuerzas de seguridad, disparando con una Kalashnikov contra un blanco no identificado.
Otros incidentes se señalaron en ciudades de provincia.
Un escenario de “guerra civil”
“El guión que temíamos, es decir, el guión de una guerra civil, es desafortunadamente muy real”, advirtió el ministro polaco de Exteriores, Donald Tusk.
Tusk forma parte de una troika, junto con el francés Laurent Fabius y el alemán Frank-Walter Steinmeier, que negocia con Yanukovich una salida política.
El francés Laurent Fabius viajó a Pekín, donde debe preparar la visita del presidente Xi Jinping a Francia en marzo, pero “está en contacto permanente con sus homólogos alemán y polaco” y “plenamente movilizado por esta negociación”, dijo su portavoz, Romain Nadal, en la televisión francesa i-Télé.
El vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el jueves al presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, de que el Gobierno de su país está dispuesto a imponer sanciones a los funcionarios que ordenaron disparar contra los manifestantes opositores.
La Unión Europea adoptó una primera tanda de sanciones económicas contra quienes tengan las manos “manchadas de sangre”.
“En estrecha coordinación con los tres ministros que están negociando en Kiev, tomamos la decisión de actuar muy rápidamente para cancelar los visados y congelar los haberes de quienes están manchados de sangre”, anunció la ministra italiana, Emma Bonino.
La crisis en Ucrania empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.