La ex primera ministra y líder opositora ucraniana Yulia Timoshenko, que cumplía siete años de cárcel por abuso de poder, recobró hoy la libertad y abandonó la clínica de la ciudad oriental de Járkov donde se encontraba ingresada desde mayo 2012.
Timoshenko, que abandonó el hospital en silla de ruedas y después se subió a un coche para dirigirse al aeropuerto, se asomó por la ventanilla para saludar a sus partidarios concentrados en las inmediaciones.
“Yulia viene al Maidán”, dijo Arseni Yatseniuk, líder parlamentario del principal partido opositor, Batkivschina (Patria), tras mantener una conversación telefónica con la carismática política, según la televisión local.
Los líderes del Maidán, la céntrica plaza de Kiev que es bastión opositor de las protestas antigubernamentales, aseguraron que están a la espera de la llegada de Timoshenko, considerada la heroína de la incruenta Revolución Naranja de 2004.
Previamente, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, controlada ahora por la oposición, aprobó una resolución para “cumplir los compromisos internacionales” que exigían la excarcelación de Timoshenko, en alusión a las demandas de la Unión Europea y Estados Unidos.
Además, la Rada destituyó hoy al jefe del Estado ucraniano, Víktor Yanukóvich, por “abandono de sus funciones constitucionales”, y convocó elecciones presidenciales anticipadas para el próximo 25 de mayo.
El nuevo presidente de la Rada, Alexandr Turchínov, mano derecha de Timoshenko, aseguró que la liberación inmediata de la carismática política era vital, ya que “su vida corría peligro”.
La Rada ya había aprobado el viernes una ley de reforma del código penal que allanaba el camino para la puesta en libertad de la opositora.
En principio, al ser rehabilitada de la pena que además le impedía ejercer cargo público, Timoshenko podría presentarse a las elecciones presidenciales anticipadas que se celebrarán el 25 de mayo próximo.
Contra todo pronóstico, Timoshenko fue derrotada por el actual presidente en las elecciones celebradas en 2010, tras lo que fue procesada y condenada por la firma de un acuerdo de gas con Rusia, que las nuevas autoridades consideraron oneroso para las arcas del país.
Timoshenko, que fue condenada en 2010, también fue acusada de estar implicada en el asesinato del empresario y diputado Yevgueni Sherban en 1996, cargo que le podría haber acarreado una pena de 12 años de prisión. EFE