La brutal represión de las manifestaciones estudiantiles en Venezuela, que hasta el lunes había dejado al menos 14 muertos y más de 140 heridos, está comenzando a generar nerviosismo en las filas del chavismo y podría llevar eventualmente a divisiones internas en el régimen de Nicolás Maduro, advirtieron analistas, publica El Nuevo Herald.
Antonio Maria Delgado
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“Para que haya realmente un cambio político, un cambio de régimen o una transición, tendría que haber fisuras dentro del chavismo”, explicó Frank Mora, director del Centro Para América Latina y El Caribe de la Universidad Internacional de Florida.
“Y eso puede tomar algo de tiempo. Vimos, por ejemplo, que en Ucrania fue después de algún tiempo que se crearon esas fisuras. Ahora, cuando eso sucedió, cuando esos sectores comenzaron a salir de esa coalición de gobierno, ahí todo se acabó”, agregó.
Los analistas dijeron que el exceso de represión es peligroso para el régimen porque pueden terminar por revocar las pocas credenciales democráticas que aún le quedan ante la comunidad internacional, lo que crea el escenario para que comience a ser presionada desde el exterior por violaciones a los derechos humanos.
Adicionalmente, la represión de agentes de la Guardia Nacional y paramilitares vinculados al chavismo que han disparado contra manifestantes desarmados, solo está sirviendo para alimentar el descontento e incentivar las protestas.
“Ese es el dilema que tienen todos estos gobiernos represivos. Eso lo hemos visto en muchos gobiernos”, comentó Mora.
“Es el dilema que tienen los gobiernos autocráticos. Tienen que reprimir para poder tener control y para que las manifestaciones no lleguen a unos niveles insoportables. Pero la misma represión crea las condiciones internas y externas que contribuyen al debilitamiento y a estas fisuras”, señaló.
Hasta el momento, el régimen de Nicolás Maduro no ha registrado deserciones dentro de sus filas.
Pero sí han comenzado a aparecer señales de preocupación y nerviosismo, y algunos personajes del chavismo han expresado su desacuerdo con la brutal represión emprendida contra los manifestantes.
Una de estas señales se produjo el lunes en la mañana, luego que el gobernador chavista del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora, dijera en una entrevista de radio que la represión ha sido excesiva.
La militarización del estado Táchira ordenada por Maduro fue “un grave error” y “un exceso inaceptable”, dijo Vielma Mora, un chavista de larga trayectoria que acompañó al proyecto político del fallecido Hugo Chávez desde sus inicios en los años ochenta.
“Estoy en contra, me molesté mucho, fue innecesario haber pasado unos aviones militares por encima de San Cristóbal”, agregó.
Horas después, Vielma Mora trató de suavizar su pronunciamiento, expresando que fue malinterpretado por los medios y aclarando que él no pretendía abandonar al chavismo.
Pero se trata de una percepción que ha estado cobrando fuerza dentro de las fuerzas armadas y dentro de sectores del chavismo sobre el excesivo uso de la fuerza.
“La declaración es un nítido indicio de las divisiones internas del chavismo frente a la situación que está viviendo el país. Es muy significativa porque la declaración es inequívoca y proviene de un hombre orgánico del chavismo. El tipo surgió del golpe [de Chávez en 1992] y ha estado los 15 años en el gobierno”, comentó desde Miami el analista político Rafael Revilla.
Diego Moya-Ocampos, analista de IHS Global Insight/IHS Jane’s, dijo que la manera en que el chavismo ha estado enfrentando a los manifestantes es un tema que debe estar siendo evaluado por las Fuerzas Armadas.
“El gobierno ha ordenado reprimir las protestas y aplicar cero tolerancia. Y eso se ha materializado en excesos policiales que el gobierno no ha condenado”, dijo.
“Esto no está rindiendo los resultados que el gobierno esperaba, que es que las protestas bajen, sino que por el contrario, las protestas siguen escalando, las protestas siguen intensificándose y parecen estar tomando cuerpo hacia exigir la renuncia de Nicolás Maduro”, comentó.
El vicealmirante Rafael Huizi Clavier, oficial en condición de retiro que preside al Frente Institucional Militar, dijo estar convencido que la mayoría de los integrantes de las fuerzas armadas no están de acuerdo con la represión emprendida contra los manifestantes.
La represión ha sido brutal y es difícil de aceptar entre una oficialidad que juró defender a la población.
“El descontento existe y con la represión brutal que fue emprendida, y con la muerte de este número de manifestantes, yo no tengo dudas de que en este momento las fisuras están presentes. Lo que no podemos decir es cuán profunda es y a cuántos sectores abarca. Eso, en este momento, no lo podemos decir”, comentó.