Las autoridades sanitarias de China, país donde las donaciones de órganos son muy escasas y propician la existencia de un mercado negro, acaban de lanzar una web (savelife.org.cn) para recoger solicitudes de potenciales donantes, informó hoy la prensa oficial china.
El primer registro electrónico de este tipo de China, creado por la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, es accesible desde hoy, aunque la información que aporten en ella sólo podrá ser consultada por las organizaciones sanitarias, señalaron fuentes de la institución a la agencia oficial Xinhua.
En estos registros, como en aquellos llevados a cabo en persona en hospitales u otras instituciones médicas, se requerirá no sólo el permiso del donante, sino de los familiares de éste tras su muerte, señalaron fuentes de la comisión.
Cada año más de 300.000 personas en China necesitan un trasplante de órganos, pero sólo se llevan a cabo unas 10.000 intervenciones anuales, debido a la reticencia de amplios sectores de la sociedad china a donar.
Esto se debe a múltiples factores, desde la falta de concienciación o la desinformación en torno al problema hasta creencias tradicionales y religiosas que aconsejan no separar partes del cuerpo del fallecido antes de su enterramiento.
La escasa oferta propició durante décadas la proliferación de un mercado de órganos o el recurso frecuente a usar órganos de reos ejecutados, una práctica que el Gobierno chino consintió y que prometió reducir o limitar sólo a casos en que el receptor del órgano fuera pariente del ajusticiado.
El uso de órganos de ejecutados ha sido motivo de polémica y debate en otros países ya que, además, es frecuente que enfermos extranjeros acudan a China para conseguir un órgano de dudoso origen pagando precios muy altos.
China estableció en 2010 un sistema destinado a facilitar a las personas la donación de sus órganos una vez que mueran y una modificación del Código Penal nacional adoptada en marzo de 2011 tipificó por primera vez los delitos en las transacciones comerciales de órganos. EFE