El primer ministro australiano, Tony Abbot, se mostró confiado en que los objetos flotantes avistados en las inhóspitas aguas del sur del Índico aporten luz a la misteriosa desaparición del Boeing 777.
“Todavía es pronto para ser concluyentes, pero ahora tenemos varias pistas muy creíbles y hay esperanza creciente (…) de descubrir lo que le ocurrió a este desafortunado avión”, dijo Abbott.
El primer ministro hizo esta declaración después de que se divisaran varios objetos no identificados en la zona de búsqueda del Boeing 777, a unos 2.500 kilómetros de Perth.
Abbott se refirió a “un número pequeño de objetos bastante cercanos entre sí en la zona de búsqueda australiana, incluido un palé de madera”.
La Autoridad de Seguridad Marítima Australiana (AMSA) anunció que seguirá trabajando este domingo para determinar si los objetos avistados están relacionados con el vuelo desparecido el pasado 8 de marzo cuando efectuaba el trayecto entre Kuala Lumpur y Pekín.
El primer ministro no mencionó las imágenes de un satélite chino, del 18 de marzo, divulgadas este sábado, que muestran grandes objetos flotando a unos 120 km de donde otras imágenes de satélite detectaron, dos días antes, otros dos pedazos de posible fuselaje en esta zona remota del Océano Índico.
“El sábado no se encontró nada. AMSA tendrá en cuenta esta información en la búsqueda de mañana (domingo)” informó en un comunicado al referirse a las imágenes chinas.
Dos aviones chinos y dos Orions japoneses iban a sumarse este domingo a otros seis aviones que ya trabajan en este gran operativo de búsqueda apoyado por Estados Unidos y Nueva Zelanda.
“Está claro que cuantos más aviones y más barcos haya, más posibilidades tenemos de recuperar el material que hay allí”, “para saber cuanto antes de qué se trata”, dijo el primer ministro australiano.
Abott, que habló al final de una visita al vecino Papúa Nueva Guinea, alabó los “enormes” esfuerzos internacionales, que demuestran que “muchos países son capaces de aunar esfuerzos en momentos de dificultad”.
China ha enviado siete barcos a la zona, según la prensa local, que se suman a otros que ya operan en el lugar.
El buque de la marina australiana “HMAS Success” llegó a la zona de búsqueda el sábado por la tarde, donde ya operan dos barcos mercantes.
Pese al buen tiempo y la buena visibilidad, la AMSA dijo que no habían encontrado los indicios que buscan.
“Un avión civil informó de que había visto varios pequeños objetos a simple vista, incluido un palé de madera en un radio de cinco kilómetros”, informó AMSA.
Un avión P3 Orion de la fuerza aérea real de Nueva Zelanda dotado con equipos de observación electroóptica también llegó a la zona, pero sólo divisó bancos de algas.
El Orion lanzó una boya para seguir el movimiento del material, mientras que un barco mercante en la zona de 36.000 metros cuadrados se encargará de localizarlo y tratar de identificarlo.
En Pekín, el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores dijo el sábado que se necesitan más análisis para determinar si los objetos reflejados en las imágenes del satélite están relacionados con el avión desparecido.
“China espera que esta información ayude en los esfuerzos de búsqueda y rescate”, dijo Hong.
Dos tercios de los 227 pasajeros a bordo eran chinos y la rabia crece entre los familiares por la forma en que las autoridades malasias han gestionado la crisis.
El vuelo MH370 de Malaysia Airlines desparació de los radares civiles el 8 de marzo cuando efectuaba el trayecto Kuala Lumpur-Pekín y dos semanas más tarde, los investigadores malasios están convencidos de que el avión fue desviado deliberadamente por alguien que viajaba en el avión.
Se han barajado tres hipótesis para explicar esta misteriosa desaparición: un secuestro, un sabotaje de los propios pilotos o una crisis repentina que incapacitó a la tripulación y dejó al avión volando con el piloto automático durante varias horas hasta que se acabó el combustible y se estrelló en el mar.
El hallazgo de los restos en el sur del Índico podría sostener la teoría del secuestro, a la que se aferran la mayoría de los familiares. AFP