Camiones particulares prestan servicio de transporte público en el Táchira

Camiones particulares prestan servicio de transporte público en el Táchira

Ante la poca presencia de transporte público, se han observado en San Cristóbal varios camiones particulares que están prestando el servicio de movilización de personas, sin tener las condiciones mínimas de seguridad para hacerlo, pues viajan niños, hombres, mujeres y ancianos, en tolvas sin ningún tipo de protección. lanacion.com.ve / Laura Sobral

(foto Jorge Castellanos)
(foto Jorge Castellanos)

Como es típico, el venezolano tiene cualidades para ingeniarse cómo resolver situaciones adversas, y en este caso se cubre una necesidad de un grupo de usuarios que necesitan desplazarse, y los propietarios de los camiones tienen una especie de “rebusque” o el también conocido “resuelve”, para obtener un dinero adicional en medio de las dificultades económicas.

Según explicó uno de los usuarios que prefirió no identificarse, cobran 10 bolívares por llevarlos, por ejemplo, desde el Centro de Táriba hasta el Centro de San Cristóbal, tomando la vía de la avenida Antonio José de Sucre, y laboran sobre todo en el horario de la mañana: “uno lo que necesita es llegar, cómo lo hace no importa, pero hay que hacer las diligencias, y si no hay busetas, pues toca aunque sea en camiones”.

Algunos de los camiones observados en San Cristóbal prestando este servicio han instalado en sus tolvas unas cuantas sillas plásticas para damas y ancianos, y el resto de las personas viaja de pie; mientras que en otras, simplemente los pasajeros van parados, quienes logran tomarse de las barandas que bordean la plataforma son los más afortunados, y los demás van en el medio y se sostienen con el cuerpo de los demás usuarios, apretados y a la intemperie.

Otro mecanismo que han improvisado son las “escaleras” para poder abordar el vehículo, ya que por su altura no es muy fácil subir; en uno de los camiones vistos este martes a las 9 y 30 de la mañana en la avenida Antonio José de Sucre, el mecanismo era con dos gaveras vacías, uno de los pasajeros sostiene la cuerda a la cual están amarradas, y al momento de subir o bajar un usuario las suelta hasta el piso, para que tenga este punto de apoyo.

Aunque representan una alternativa ante la falta del transporte convencional, la mayoría de los vehículos que se han visto prestando este servicio son de modelos viejos, que pudieran representar un peligro al momento de movilizar hasta 15 o 20 personas en sus plataformas, apenas rodeadas por rejillas hechas de tablones deteriorados.

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