Nos hemos distraído y omitido comentar la grave crisis económica que afecta al pueblo venezolano, para enfocarnos casi exclusivamente en el tema de las protestas y su brutal represión. Desde luego, imposible no hablar de las manifestaciones que a diario vemos en las calles del país y en las que, no en pocas oportunidades, nos involucramos.
Pero, es que quizá se nos ha olvidado que todas estas manifestaciones comenzaron precisamente por la desesperación popular derivada de la inconformidad de un pueblo que no puede salir de sus casas sin el temor de ser víctima del hampa común. Ese mismo pueblo que si acaso tiene un empleo digno, tampoco cuenta con ingresos suficientes para cubrir los gastos del hogar. La gente decidió protestar porque el alto costo de la vida también los mata de hambre. No es difícil auscultar el enojo popular ante la actual situación que ha llevado a la gente a la desesperanza total. Con el insuficiente dinero que se gana son muy pocos los productos que pueden encontrar en los mercados. La escasez es una realidad. Cunde el desespero.
Agenda social
He estado en muchísimas reuniones donde se plantean cuál debería ser el discurso que se maneje en las manifestaciones. Siempre sale a relucir el tema de la agenda social diferenciándola de la agenda política, como si las mismas fueran excluyentes. Pero bueno, para no contradecirlos y de alguna manera tratar de desarrollar el asunto entremos a analizarlo.
Sugieren no hablar de Nicolás Maduro como culpable de la crisis económica, política y social, para evitar ahuyentar a los oficialistas, hasta llegar al extremo, de evadir achacarle la responsabilidad en este desastre. Evidentemente que no es nada fácil ya que este deterioro social ha sido consecuencia de las erráticas políticas del régimen.
Sinceramente, para mí es francamente imposible desligar un tema del otro. Pero sigamos. Los defensores de la agenda social insisten en que el asunto hay que plantearlo para que todos se identifiquen con los problemas. Me explico. El mismo alimento que no consigue el opositor y el indiferente en los supermercados, tampoco lo encuentra el oficialista. Tema de coincidencia para unificar la lucha. La misma inseguridad que asesina al escuálido también mata al chavista. Lo que le ocurre a descontentos con Maduro cuando van a un hospital, también lo padece quien se siente identificado y defiende al régimen. Quizá quienes defienden la tesis de hablar solo de la agenda social, tienen como finalidad generar un megadescontento que involucre a tirios y troyanos, y juntos hacer peso para terminar de hundir este barco que ya está haciendo aguas.
En las próximas semanas las emergencias de las clínicas colapsarán más de lo que hoy se encuentran. La unidad de cuidados intensivos tendrán que seguir cerrando, no hay insumos medico quirúrgicos para atender situaciones elementales; por ejemplo, ayer me comentó un médico que para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares deben retroceder a la medicina de hace cuarenta años. Realizar una angioplastia resulta una proeza en Venezuela. No hay en los inventarios el stent que es utilizado para abrir las arterias coronarias; esta situación nos hace presumir que veremos elevarse los índices de mortalidad por ese tipo de enfermedades, que dicho sea de paso, ya era alto.
Obviamente, es cuesta arriba unir la calamidad nacional, pero cada quien puede enfilar el mensaje como mejor le parezca y sobre todas las cosas que lo sepa defender con razón y mucha pasión.
Pobres al extremo
El venezolano no puede estar satisfecho con lo que gana. Este año el sueldo mínimo ha sufrido tres devaluaciones y en menos de tres meses. Si hacemos el cálculo en dólares lo podemos demostrar. No nos demoraremos examinando el incremento del costo de los productos alimenticios, como la leche, la harina, la carne, el azúcar, el atún, e infinidades de artículos más. Tampoco detallaré lo que ha ocurrido con el precio de artículos elementales como el jabón o el champú si logramos encontrarlo. Haremos solo una operación aritmética del sueldo mínimo con la tabla oficial del dólar, en un primer momento Cadivi y luego Sicad. Veamos: enero sueldo Bs 3270 y el dólar a 6,30 tenemos que hace dos meses el venezolano ganaba 519 dólares, luego en febrero con el dólar a 11,30 pasó a ganar 289 dólares, y desde la semana pasada ese sueldo llegó a su mínima expresión al alcanzar oficialmente una tasa de cambio de 51 bolívares el dólar (que no se encuentra tampoco), lo que significa; que el sueldo mínimo en Venezuela es 64 dólares mensuales. ¿Somos o no pobres?
Comienzo de clases con conflicto a la vista
El Consejo Universitario de la Universidad de Carabobo acordó reiniciar todas las actividades el día de hoy. Demasiadas expectativas. Miedo natural ante la situación del país. Quizá esa fue la razón para que el CU acordara que en el reinicio no se tomará en cuenta ni la asistencia así como tampoco se practicarán evaluaciones; serán los Consejos de Facultad quienes irán adecuando el cronograma atendiendo a sus realidades.
Esperemos a ver qué ocurre hoy. Ojalá los debates se realicen en el marco de la tolerancia genuina de una institución universitaria, y que los desadaptados dejen de cobijarse en los espacios para la educación y decidan a promover la paz, no recurran al secuestro de autoridades o de compañeros universitarios si no son de la misma opinión.
El respeto es esencial para la convivencia democrática, desde la Universidad hay que fomentarlo, para dar lecciones de civilidad a un régimen que no cree en el diálogo y persigue la eliminación de la disidencia, atemorizándola, encarcelándola e inclusive asesinándola.
Por un salario digno
He conversado con representantes del gremio docente y me han manifestado una gran preocupación, con la cual me identifico plenamente. En efecto, el gremio, la APUC planificará acciones de protestas por el deterioro del salario de los profesores. De nada sirvió el aumento logrado el pasado año que ya se volvió pan y agua. A manera de ilustración, podemos decir que un profesor Instructor a dedicación exclusiva, al cambio oficial del dólar, percibe la miserable suma de 154 dólares mensuales; y un profesor titular a dedicación exclusiva, con estudios de cuarto y quinto nivel, con trabajos de ascensos y con más de quince años al servicio de la universidad, puede ganar a lo sumo 299 dólares. Son los sueldos más bajos en el mundo para un profesor universitario. Lo que quiere decir que la lucha sigue. Contra un gobierno que no se preocupa por atender a quienes educan, es de esperar, que tampoco le interesa el resultado de la educación. Lo hemos dicho muchas veces: gobiernos como el que hoy padecemos en Venezuela procuran mantener al pueblo en la más profunda ignorancia. Lo hemos padecido a lo largo de estos 15 años.
Justicia de botiquín
Nos cuentan que muchas de las decisiones que se toman en Carabobo las planifican en una tasca del norte de Valencia; planifican cualquier tipo de negocios, desde la construcción de viviendas bajo la autonomía de una “autoridad única” pasando por el reparto de jugosos contratos, hasta la organización de las fiestas bravas que abarca la escogencia de las ganaderías, los toreros y venta de casetas.
La camarilla que integra esa tertulia rodeada de toneles son los voceros del mayor (r) gobernador y un familiar muy cercano. Ellos son los que inciden en lo que quieren sea el futuro del estado. No bajan la voz, se ufanan de estar en el poder. Es por esa razón que me entero ya que con mucha facilidad son escuchados por curiosos. Así fue como me enteré hace dos meses que la “autoridad única” juró encarcelarme, y de allí en adelante comenzaron los inventos propios de un botiquín.
Encapuchados de la justicia
Se llevaron el expediente del asesinato de Génesis Carmona pero estamos atentos de lo que pueda ocurrir porque no permitiremos que ese crimen quede impune.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística sabe muy bien que mi preocupación es válida, nos han dicho que estaban muy adelantadas las investigaciones y casi con exactitud tienen identificados a los culpables. Artificiosamente cuando la fiscalía en Carabobo había decidido imputar a los autores se produjo esa intempestiva sentencia del TSJ que acordó sin nadie solicitarlo, llevarse el juicio para Caracas.
Por otra parte, con el caso de Scarano, el régimen no es que se quitó la careta, sino que se desnudó totalmente vulnerando el sacrosanto principio de la legalidad de los delitos y las penas, el cual, apenas nos sentamos en un pupitre en la Facultad de Derecho nos enseñan: nadie puede ser castigado sino por la comisión de los hechos expresamente prescritos en la Ley y con las correlativas sanciones igualmente determinadas y tipificadas en la misma ley. Ninguna norma contempla la falta absoluta del alcalde por causa de una detención judicial como para que deban convocarse nuevas elecciones. Es un grosero abuso. ¿Cree alguien que el actual Tribunal Supremo de Justicia pudiera declarar la nulidad de esa decisión a todas luces inconstitucional?
@pabloaure