A escopetazos mataron a una familia en un parcelamiento ubicado entre los municipios Jesús María Semprún y Machiques de Perijá. El crimen ocurrió en 2006, pero el múltiple homicidio salió a la luz pública luego de que un pariente denunciara la desaparición de las víctimas en el Consulado de Colombia. La Verdad
Las osamentas de Verónica Machado Buitriago, de 27 años; su esposo, Jorge Eliécer Sierra, y de su hija, Elizabeth Sierra Machado, de nueve, las encontraron ayer en la tarde. Los vecinos ayudaron en la búsqueda, pues ellos los enterraron luego de que un conocido los matara.
Una hija de las víctimas fue la única que escapó del asesino, quien aún está prófugo, y ayudó a los funcionarios a saber qué había ocurrido.
Según contó un funcionario, un conocido de la familia intentó violar a la niña de nueve años, pero los padres se dieron cuenta e intentaron defenderla, por lo que el hombre les disparó, abusó de la niña y luego la asesinó. Los cadáveres quedaron en la casa; los vecinos los encontraron y no avisaron a la Policía, sino que los enterraron cerca. La sobreviviente escapó milagrosamente del lugar y de su agresor. Apenas ahora, cuando tiene 14 años, habló sobre lo ocurrido.
La madre de Sierra, residenciada en el sector El Cruce, tras escuchar la historia de su nieta, denunció la desaparición de su hijo, su yerna y su nieta mayor. Los funcionarios del Consulado colombiano se pusieron en contacto con las autoridades venezolanas y empezó la búsqueda.
El pasado viernes la información llegó a la Policía científica y de inmediato se activó una comisión técnico-científico para tratar el caso. Se trasladó al sitio y desenterraron los tres cuerpos e interrogaron a los testigos. La osamenta la trasladaron a la morgue forense para practicarle la necropsia y determinar si efectivamente se trata de los restos de los tres desaparecidos.