El Gobierno socialista de Nicolás Maduro invitó el miércoles al número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, para ser uno de los mediadores en las rondas de diálogo con la oposición que comienzan el jueves, buscando poner fin a las peores protestas en más de una década en el país petrolero.
Maduro y representantes de la oposición se reunieron en la víspera por más de tres horas para sentar las bases de una ronda de conversaciones sobre la crisis política, que desde febrero ha cobrado, según cifras oficiales, 39 muertos, cientos de heridos y detenidos y cuantiosos daños.
“Deseamos transmitir la invitación del Presidente Nicolás Maduro (…) con el propósito de que participe en los procesos de diálogo entre representantes del Gobierno y la oposición venezolana, a través de la designación de su persona como testigo de buena fe”, dijo la Cancillería venezolana en un comunicado enviado al prelado italiano.
Parolin fue nombrado secretario de Estado de la Santa Sede, el cargo más importante del Vaticano después del Papa, en agosto del 2013, tras trabajar desde mediados del 2009 como nuncio apostólico en Venezuela.
Un portavoz del Vaticano dijo a Reuters, que la Iglesia estaba “dispuesta” a mediar en el diálogo, pero no ofreció mayores detalles.
La coalición de partidos opositores, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo el martes que el actual nuncio apostólico de la Iglesia Católica en Venezuela, Aldo Giordano, sería uno de los mediadores de la ronda de conversaciones, junto a tres cancilleres del bloque regional Unasur.
Ambos representantes del Vaticano son italianos. Parolin, nacido en el norte de Italia hace 59 años, ha servido como diplomático en las nunciaturas de Nigeria y México.
El Vaticano ya ha mediado con éxito en la región. En 1978 concilió una disputa entre Argentina y Chile por la soberanía de las islas en el Canal de Beagle, que casi llevó a la guerra a ambos países.
CAPRILES ATENDERÁ DIÁLOGO
A pesar de los anuncios de diálogo, los opositores más radicales no celebraron, exigiendo que al Gobierno de Maduro que libere a los “presos políticos” y cumpla con otras demandas antes de sentarse a conversar.
El líder de la oposición y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles, dijo la tarde del miércoles que acudirá al llamado de diálogo, pero aseguró que ello no quiere decir que renuncie a las protestas pacíficas.
“Les pido a todos que vean la cadena porque les aseguró que (…) temblará Miraflores porque le diremos la verdad (a Maduro)”, dijo Capriles durante un acto público en el estado Miranda, donde es gobernador.
“Debate no significa que nuestro pueblo deje de protestar, todo lo contrario, la protesta pacífica debe seguir porque los problemas siguen”, agregó el político de 41 años.
El miércoles, los manifestantes seguían en las calles, aunque sólo quedaban algunos focos de protestas en Caracas y algunas ciudades del país, a diferencia de meses previos cuando cientos de miles inundaban a diario las principales arterias del país pidiendo la renuncia del sucesor del fallecido Hugo Chávez.
Maduro, un fornido ex chofer de autobús de 51 años, ha dicho que la oposición busca desbancarlo, siguiendo el libreto de un golpe de Estado alejó brevemente a Chávez del poder en el 2002.
Sin embargo, los manifestantes aseguran que protestan por la inflación más alta de América, la escasez de productos básicos y uno de los índices de asesinatos más alarmantes del planeta. REUTERS