El primer round del diálogo favoreció, con creces, a la MUD. Tanto, que @eliaspino escribió: “El gobierno no puede soportar andanadas de este tipo. A lo mejor cierran el capítulo del diálogo”. Pero el endeble consenso con que la MUD se sentó en Miraflores torna urgente una tarea que @rapinango, resumió con elegancia: “La unidad hay que unirla. La cadena de anoche ayudó pero queda mucho que hacer para fortalecerla”.
Algo debió pasar en las filas del régimen que les impidió aprovechar el importante raiting. No soltaron los peñonazos que habían anunciado lanzarían contra la oposición. Y Maduro se puso a mascullar su retórica barata durante una hora con su versión del 11 de abril para que Aveledo lo centrara con maestría en la agenda que el país esperaba discutir.
Así apareció el debate con Andrés Velazquez arrojando sobre la mesa la propuesta de una ley de Anmistía, que el malhablado de Aristóbulo no pudo rebatir, y Roberto Henriquez haciendo gala de impecable oratoria sobre los problemas de la inflación y el desabastecimiento que Damírez presentó como un éxito.
Pronto llegó el turno de Henry Ramos para batuquear a Maduro y al militarismo con una cátedra de derecho constitucional, carajear a Arreaza y darle pao pao a Diosdado. Barboza les pegó por la cara los números del BCV para desmontar el paraíso económico pintado por Damírez. Borges advirtió: “diálogo y protesta van de la mano”. Eckouth gritó y sacó a pasear su ignorancia, al punto que @WillyMcKey escribió: “Ya va, ¿Eckouth acaba de decir “hegemonía de la diversidad” o me volví loco?”. El Gordo Pinto dio pena ajena pidiendo el nóbel de la paz para Maduro. Defalco se pasó de jalabolas. Molina, Calzadilla y Guaruya dijeron lo suyo. Falcón ruborizó a varios rojos, alerto: “o dialogamos o nos matamos” y precisó: “no toda la derecha está en la oposición ni toda la izquierda está en el gobierno”. Hasta que Capriles pegó de la pared a Maduro cuando le dijo “mientras estés en esa silla tienes que respetar y reconocer a los venezolanos, ahora, si no quieres la silla, dilo”.
El final de todo lo resumió @Naky con agudeza: “Jorge Rodríguez fue el verdadero Betulio de la noche. Y ahora Nicolás se nutre de su rabia, la mezcla con su idiotez y agárrate.” Mientras el hijo de El Furrial drenaba su arrechera mandando un tweet con la siguiente bazofia: “@dcabellor: Definitivamente el asesino fascista capriles tiene problemas…”
La conclusión general se resume en el tweet de @soniachocron: “Yo, que dudaba seriamente del diálogo, me siento satisfecha con éste. Verdades en cadena nacional: no tiene precio.”
PD: pero lo mejor de la noche-madrugada fue el gritico de Jorge Rodríguez diciéndo a Velázquez: “Andrés me caes malííííísimooo, sabes”. Quedó claro que el diálogo sorprendió con los pantalones abajo a toda la nomenklatura roja.