La candidata a la Presidencia ucraniana, Yulia Timoshenko, ha abierto una vía de diálogo con las milicias insurgentes del este de Ucrania al reunirse con representantes de la autoproclamada república popular de Donetsk. EFE
Según informó hoy en un comunicado su partido, Batkivschina (Patria), Timoshenko se reunió anoche con los insurgentes en el hotel Astoria de Donetsk, baluarte de la sublevación contra el Gobierno central.
“El compromiso es posible. Propuso organizar en Donetsk tras las fiestas de Pascua una gran mesa redonda (…) para escuchar, entender y, de una vez por todas, trabajar en interés de la gente”, reza el comunicado, que cita a la ex primera ministra.
Timoshenko subrayó que en esa mesa redonda deben estar representados los sublevados y las regiones centrales y occidentales del país, además de políticos de diverso signo.
“No puedo decir que hayamos obrado un milagro, que todos los acuerdos estén sobre la mesa y de que podamos hacerlos realidad. Pero creo que el diálogo ha comenzado y eso es ya muy importante”, dijo.
La candidata presidencial aseguró que los representantes de la república popular de Donetsk recriminan a Kiev que durante el último mes ningún representante del Gobierno central se haya puesto en contacto con ellos para conocer de primera mano sus demandas.
“Y Rusia se aprovecha de ello”, destacó.
Los prorrusos siguen sin abandonar el Ayuntamiento de Donetsk, la capital regional, frente al que han instalado barricadas y donde hoy se han congregado varios centenares de sus partidarios, en su mayoría jóvenes.
Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea alcanzaron el jueves en Ginebra un acuerdo que obliga, entre otras cosas, a desarmar a las milicias irregulares prorrusas y a desalojar las sedes oficiales.
Moscú, que es acusado por Kiev de instigar la sublevación, prometió por su parte cooperar para la aplicación del acuerdo, que debe ser supervisada por observadores internacionales.
No obstante, las milicias prorrusas insisten en que antes deben desarmarse grupos ultranacionalistas del oeste, como el Sector de Derechas, y el Maidán (corazón de las protestas en Kiev) debe ser desmantelado.
Kiev ha descartado esta última posibilidad, pero el Gobierno prometió ayer que cederá más competencias administrativas y económicas a las regiones y también les dará la posibilidad de conceder el estatus oficial a la lengua rusa, como demandan los sublevados.