Los jóvenes católicos conocidos como “Papa boys” se preparan para la canonización del papa Juan Pablo II, el próximo domingo en la Ciudad del Vaticano, una celebración que consideran que era “necesaria y obligatoria” aunque para ellos, reconocen, “ya es santo”.
Laura Serrano-Conde/EFE
“La canonización de Juan Pablo II no sólo era necesaria, sino que era obligatoria. Tras su muerte, el pueblo ya pedía que fuera considerado santo de inmediato, sin esperar al procedimiento tradicional”, explica a Efe el presidente de la asociación de los “Papa boys”, Daniele Venturi.
Y prosigue: “Aunque para la Iglesia Juan Pablo II será santo el próximo 27 de abril, cuando sea canonizado, para nosotros ya lo es”.
Los “Papa boys”, como les ha llamado la prensa, son jóvenes cristianos que, afirma Venturi, “son amigos de Dios”.
“El nombre se refiere a ese ejército de chicos y chicas de todo el mundo que han participado en las jornadas mundiales de la juventud y que han escuchado el mensaje de Juan Pablo II”, recuerda.
Venturi reconoce que el nombre no le gusta demasiado, pero que como máximo responsable de la asociación se siente “orgulloso si ‘Papa boy’ significa joven cristiano, católico, que está en la Iglesia y que sigue a Jesús, que es amigo del papa, pero principalmente es amigo de Dios”.
Recuerda que son bien recibidos en ella todos los jóvenes del mundo que creen en Cristo, aunque, por el momento, la asociación está presente solo en Italia, Polonia, Alemania y Paraguay.
“Hemos iniciado contactos con México y tendremos el primer encuentro oficial con los jóvenes que quieran ser ‘papa boys’ el próximo julio de 2016, en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Cracovia (Polonia)”, anuncia.
Por ahora, se preparan para asistir el 27 de abril a los actos de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, “el papa de los jóvenes”, una santificación que esperaban “desde hace diez años”, desde su muerte en 2005.
“Para nosotros es un día de gran alegría y felicidad, pues Juan Pablo II fue un papa que se esforzó durante todo su pontificado en transmitir a los jóvenes la palabra de Cristo. Fue y sigue siendo el papa de los jóvenes”, recuerda.
Para estas jornadas, la organización tiene pensado celebrar “no la Noche Blanca de Plegaria”, que es el nombre por el que se conoce la noche del sábado 26 de abril, víspera de las canonizaciones, sino “el Día Blanco de Plegaria” en honor a Karol Wojtyla.
“Nos concentraremos en la parroquia Santa María de Gracia, que está muy cerca del Vaticano, donde estaremos desde las 9 de la mañana (07.00 GMT) del sábado hasta las 2 de la madrugada (00.00 GMT), y después iremos a la Vía de la Conciliación para ver en primera persona las canonizaciones”, adelanta.
Además, su portal web “Papa boys 3.0” retransmitirá en directo los actos de las canonizaciones para que sean vistos por todos esos jóvenes que no puedan acercarse a la Ciudad del Vaticano.
“Seguiremos en tiempo real las canonizaciones y además, hemos reservado un espacio que se llama ‘El camino con Juan Pablo II’ y en el que, a través de vídeos e informaciones, hacemos un repaso de cómo fue su pontificado”, explica.
Se trata, dice, de seguir con “el camino que ya comenzó Juan Pablo II”, para “acercar a los jóvenes a Jesús”, para transmitirles “su alegría, su felicidad y su amor”.
La asociación “Papa boys” trabaja por el momento con jóvenes de más de 20 años aunque, según confiesa Venturi, está desarrollando “un proyecto experimental” en escuelas de educación primaria y secundaria de Italia.
Bajo el título “Vive una vida que vale, un viaje con papa Francisco”, esta iniciativa busca “acercar la palabra de Dios también a los más pequeños”. EFE