El cantante canadiense Justin Bieber fue retenido este jueves durante unas horas en el control de extranjería del aeropuerto de Los Ángeles a su llegada en un vuelo procedente de Asia, informó el diario Los Ángeles Times.
Aunque no se trató de un arresto formal, las fuentes anónimas que cita el diario angelino explican que fue interrogado durante unas horas por los agentes de Inmigración de EE.UU. hasta ser puesto de nuevo en libertad, sin que se haya tomado ninguna medida contra él.
El incidente llega después de que un juez estadounidense aplazara el miércoles hasta el próximo 7 de julio el juicio contra el cantante, acusado en Miami de conducir bajo la influencia de sustancias tóxicas y de resistencia a la autoridad sin violencia, entre otros cargos.
Bieber fue arrestado el pasado 23 de enero en Miami Beach, después de que la policía le detuviera por conducir con la licencia expirada y, supuestamente, bajo la influencia de sustancias tóxicas, además de resistirse a la autoridad sin violencia.
El cantante admitió a los agentes que lo detuvieron que había fumado marihuana, bebido unas cervezas e ingerido unos medicamentos que requieren receta y, tras comparecer ante el juez por videoconferencia y pagar la fianza, fue puesto en libertad a las pocas horas.
El informe toxicológico difundido en febrero pasado demostró que el nivel de alcohol en la sangre del artista canadiense en el momento de su arresto estaba por debajo del límite legal del estado de Florida, que es del 0,08 %. Los análisis de orina determinaron la presencia de marihuana y trazas de Xanax, un fármaco contra la ansiedad, en su organismo.
El pasado 29 de enero Bieber se declaró “no culpable” de los cargos que enfrenta en un tribunal de Miami. De ser declarado culpable puede afrontar una condena de hasta seis meses de cárcel.
La conducta de Bieber, involucrado en otras polémicas de vandalismo y potencial consumo de sustancias tóxicas, ha provocado tal controversia en Estados Unidos que 275.000 personas han firmado una petición ciudadana a la Casa Blanca para pedir la deportación de la estrella de pop canadiense por su reprobable conducta.
La Casa Blanca respondió recientemente a la petición, porque así lo marcan las normas de su servicio de reclamos ciudadanos cuando se superan las 100.000 firmas, pero sólo para declinar comentar el caso, que deja “en otras manos”. EFE