Las dificultades económicas extremas que vive el país, tienen su fuente de alimentación en una monumental crisis fiscal que nos colocó en la hiperinflación, y provoco una crisis de balanza de pagos terminal por haber agotado la fuente de petrodólares. La renta petrolera, con flujos son negativos; pago de deudas, convenios, contratos, proveedores, acuerdos petroleros, inversión, en ambas condiciones, como empresa petrolera y como empresa de servicios “PDVSA es del pueblo” proveedora de su propia caja de una amplia gama de razones redistributivas, como agente supletorio fiscal, no alcanza para cubrir la totalidad de los pagos fiscales por impuestos, regalías y dividendos.
Como la renta es negativa, si no hay dólares para vender al BCV (reservas internacionales) no habrá bolívares para sus gastos en bolívares, comenzando con la contribución fiscal del petróleo. EL BCV ha puesto a su disposición un volumen infinito de bolívares –inflacionarios. En esas severas condiciones economías, el gobierno busca auxilio político en la oposición, busca compartir los costos, diálogos y ofensiva son entonces cara y sello de la misma moneda.
1. 1era ofensiva: gobierno sin dólares y muchos bolívares sin valor
El Presidente promete otra ofensiva “económica”, de hecho lleva varias. La primera de ellas, ayudado por su camarada aprendiz de brujo para la economía, ayudar al dólar paralelo a acercarse al centenar de bolívares, eso le permitió diseñar el culpable de la guerra sobre la economía que Maduro dirigió contra la economía privada; su objetivo, debilitarlo para sentarlo en la mesa de la paz económica a pedir. En un entorno caracterizado por una fuerte presión inflacionaria, convertida en hiperinflación en el tercer trimestre del 2013, con índices de escasez que superaron el 20% y un mercado sin divisas, en manos de un gabinete económico inútil e incapaz para resolver lo económico, aunque hábiles en su agencia de “commissar” políticos, el gobierno construyó el andamio para lanzar su guerra contra la economía privada; ahora o nunca! Por cierto muchos aún no se dan cuenta.
2. El viacrucis de la economía privada
La acusación contra la economía privada privado, hoy reducido a la tercera parte de lo que era hace quince años, en razón de contracción de su acervo de capital e inversión bruta fija, descapitalizado, sin garantías, con una legislación que penaliza actividad económica, lucro y beneficio, con controles de precio y de cambio, dirigidos a restringir su producción y oferta, el gobierno lanza su segunda ofensiva; la Ley Habilitante, así como la legislación que amplía los controles sobre la producción y distribución de la oferta de bienes, nacionales e importada; mecanismos represivo a cargo del control de las importaciones y de precios, los cuales son militarizados.
La Ley Habilitante le ordena el marco jurídico –aunque inconstitucional- para socializar toda actividad económica privada. Así, el decreto-Ley de Precios Justos declara la condición social y de interés público de toda actividad económica privada. La consecuencia inmediata, de esos decretos leyes, a la par del impacto producido sobre producción de bienes y servicios por los saqueos y reducción discrecional de precios, exacerbando inflación y escasez.
3. 2da ofensiva: La Ley Habilitante
Así estamos hoy, la Ley Precios Justos socializa con carácter público, toda actividad privada, algo que en su oportunidad comparamos con el famoso decreto Dorticós, aquel que , incluyendo hasta las viviendas cubanas, pasaron a propiedad del Estado y por ende de usufructo de la nomenclatura. Fenómeno que viene ocurriendo en Venezuela desde hace más de 12 años, sin que la disidencia logre enterarse. La retórica posterior a los saqueos surge para darle música a ese marco legal, el cual además de acabar con el enemigo traería como colateral la solución de los problemas económicos.
Los sectores mercantilistas asociados al gobierno sedientos de empresas que se adquieren no solo con efectivo sino con allanamientos militares por expropiación, saqueos y ruina, también sufrirían el impacto de un mercado sin dólares. PDVSA estaba seca de dólares, los mismos que durante un par de años alimentaron el mercado paralelo.
4. Los controles extremos
Acompañado del orden militar y la violencia de paramilitares, la Ley de Precios Justos y controles extremos alcanzan clímax orgásmico en un marco que asegura el control total de las importaciones, creándose una corporación estatal para su control. Así teje la red de un mercado cambiario que nacería de las cenizas de CADIVI; SICAD I y prepara los próximos esquemas que vendrían a normar la compra del dólar, un mercado de dos colas, bajo férreo control de un BCV también sin reservas. La burocracia publica crece aceleradamente, con nuevos ministerios y organismos del Estado ahora con el oficio natural de la actividad privada. El socialismo, va tomando control y al mismo tiempo que va creando pobreza, el desiderátum de su lógica.
El nuevo marco legal de controles extremos maquilla el mercado cambiario para comenzar la escalada devaluacioncita. El Presidente y el gabinete, estaban descubriendo que los mercados aprendían que lo de los dólares que no había era cosa seria. Bancos extranjeros, con clientes con elevada exposición en deuda venezolana, hacían lobby para bombear los bonos, el gobierno tenía de aliado a bancos y grupos de interés que se ponían en cola para el raspado de olla por los dólares que no vienen del petróleo. La amenaza de siquitrillar al dólar paralelo le permitía digerir la premisa, que sin dólares, el gobierno tendría piernas cortas, no duraría mucho, ningún gobierno dura mucho sin divisas.
5. 3ra ofensiva: saqueos con elevados costos de reposición
Así Maduro lanza su tercera ofensiva, en Noviembre, esta vez armada con efectivos militares y paramilitares para ir directamente contra la empresa privada; se ordenan saqueos –que no quede nada en los anaqueles – y obliga a vender toda mercancía en inventarios y mostradores por debajo de su precio de reposición, y fija precios unilateralmente, y desde luego, como no hay almuerzo gratis genera una escasez descomunal de bienes no durables y durable; consecuencia intencionada o no intencionada? Centros comerciales, ayer landmark de comercio de las clases medias, son hoy apenas parques temáticos.
6. 4ta ofensiva: las mega-devaluaciones de SICAD I,II
La cuarta ofensiva vino con las devaluaciones de Febrero, Marzo y Abril, el bolívar se desplomo, para todo el mundo ya estaba claro, y lo comentábamos hacía meses, que la renta petrolera era negativa, es decir, que las obligaciones y gastos de PDVSA en dólares no eran pagados con los petrodólares de las exportaciones de petróleo, la renta petrolera corría con flujos de caja negativos, el bolívar explota con SICAD II donde la devaluación corre desde 6.3 Bs/$ a 50 Bs/$. Las maxidevaluaciones alcanzan niveles grotescos y records en América Latina. Maduro en los libros. El gobierno desnudo en medio de la sala, los ingresos y salarios reales, ahorros son licuados por la inflación, el gobierno había caído en su propia idiotez, pagar solos la factura, no era posible, convoca un dialogo a la disidencia, esta pisa el peine. Todos se embarcan en el mismo tren, autobús.
7. 5ta ofensiva: DIALOGOS, sector privado y oposición entrampados
El resultado neto, monetario y fiscal es el normal en estos casos de una severa crisis de balanza de pagos por escases de divisa y de una insostenible crisis fiscal, el gobierno con un Banco Central postrado como su caja chica, tiene y tendrá todos los bolívares que requiera, a cambio, desde luego de una hiperinflación, una profunda recesión, y un empeoramiento de la economía con el caos social concomitante que produce la velocidad de empobrecimiento que como un vértigo es consecuencia de la violenta caída del poder adquisitivo del bolívar.
Ahora todos se dan cuenta que lo que decíamos desde más de un año, el gobierno, Min Finanzas, FONDEN, BCV, PDVSA muestran el feo balance de flujos negativos, sin liquidez internacional. En esas severas circunstancias económicas y políticas, por ingobernabilidad, escases, hiperinflación y protestas populares, el gobierno busca fracturar la disidencia y postrar la economía privada, a dialogar por la paz. En realidad el gobierno busca acompañante a apoyar o sostener –por defecto- su mala gestión y compartir con sectores económicos y políticos el costo político por irresponsabilidad y evitar así la necesaria corrección se economía política, y en su agenda política.
Los diálogos buscan soporte político, el gobierno convence a todos que aunque ellos conducen el Titanic, todos van dentro de él, y el capitán, no pudiéndose lanzar al agua como el italiano del Constanza por un mar proceloso lleno de tiburones, se amarra de empresarios y políticos de oposición en su caída, no quiere hacerlo solo