Una explosión estelar en los confines del universo y captada por el Observatorio Europeo Austral, situado en el desierto de Atacama (Chile), ha facilitado una investigación que permite reconstruir la formación de los agujeros negros.
En el trabajo, publicado en la revista Nature, participó un investigador de la Universidad del País Vasco (norte de España), informó hoy la institución académica en una nota.
La explosiones estelares emiten tanta energía e intensidad como el Sol en sus 10.000 años de vida y producirían según los modelos teóricos una “monstruosa peonza” que finalmente formaría un agujero negro.
Los datos obtenidos en Chile, que han sido la base de la investigación, han permitido detectar una “luz polarizada circularmente” durante la explosión de la estrella, que sería la consecuencia directa de un agujero negro “recién creado” en los confines del universo, lo que confirma el modelo teórico.
Además, este trabajo también supone la primera vez que se detecta una polarización circular óptica “en tan alto grado y de una fuente tan lejana”, según se destaca en el comunicado. EFE