Los médicos aseguran que Garnett presentaba unos niveles de sodio totalmente anormales para un niño de su edad, por lo que empezaron a sospechar que su madre le habría proporcionado deliberadamente una sobredosis de sal.
Tras la voz de alarma de los pediatras, la policía investigó la vivienda de Lacey y encontró numerosas bolsas de comida con alto contenido en sodio. Además, los vecinos aseguran que la madre llevaba una vida muy extraña.