La revolución luce impotente para lograr superar las exigencias de sus propios desaciertos. Después, de haber destruido, a gran parte de los sectores productivos del país, se asfixia dentro de su atmósfera inflacionaria de 56,4%; cuando la media de toda Latinoamericana, oscila entre 4 y 5 por ciento. Y ante la más infructuosa incapacidad de resolver la crisis político-económica del país, pretende evadir al real sentido de las protestas de la población estudiantil, con incriminación, descalificación, siembra de evidencias, la desactivación y el arresto del liderazgo, mediante juicios amañados y privados del debido proceso, como formas contundentes de represión y segregación. Pero pueblos, como el nuestro, que están acostumbrados a vivir bajo el sistema de libertades democráticas, difícilmente, podrán someterlo.
Por ello, los venezolanos, como defensores del sistema republicano, democrático y de libertad, enseñado por Simón Bolívar, preguntan: ¿Por qué la revolución busca aniquilar a las protestas estudiantiles? Acaso, ¿la actual lucha estudiantil, no nació a partir de una causa noble? Acaso, ¿no pedían seguridad para sus compañeros y profesores asediados por asaltantes y violadores, en su propia Alma Mater? Acaso, ¿sus demandas no buscan, para todos los venezolanos, más y mejores oportunidades, garantía agroalimentaria y económica, seguridad y respeto de los derechos humanos, todo sin segregación alguna? Pero el gobierno de Nicolás Maduro, les ha respondido con guerra sucia y represión criminal. Las protestas solo necesitaban respuestas que dieran solución a sus problemas. Entonces, ¿por qué el gobierno no quiso escucharlos y resolver el problema? ¿Por qué criminaliza, reprime a las protestas y ocultan, lo que los heroicos estudiantes realmente exigen? ¿Quién es el culpable del giro represivo que ha dado el oficialismo? Por allí dicen: “¡Si eres jefe, eres responsable!”
Ciertamente, los venezolanos repudian los delitos de lesa humanidad, ejecutados contra los estudiantes y la población civil. Así mismo, apoyan a las instituciones y ONGS que defienden a los derechos humanos (DDHH) y rechazan el ataque sistemático con que la revolución las agrede. El pueblo sabe que los universitarios, desde el inicio de sus protestas pacíficas, pedían al gobierno Nacional, justicia. Pero el gobierno, en flagrante violación de los derechos humanos, se ensañó contra la juventud trabajadora y estudiosa del país. Maduro trata de ocultarlo, detrás de la demagogia. O para decirlo, al mejor estilo de Václav Havel, escritor y político checo: “Como el régimen es prisionero de sus propias mentiras, debe falsificar todo”.
Nadie quisiera tener la presión ni “caminar por el filo de la navaja”, por la que atraviesa la FANB y la PNB. Acaso, la revolución, mediante su agresiva y mortal represión, ¿no mancha el honor de la FANB y de PNB, al colocarlas al servicio y protección de los colectivos armados, para asuntos innobles, criminales y segregacionistas? ¿Será que, a todas estas, Maduro, como presidente de la República, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de la Policía Nacional Bolivariana, del SEBIM y de los colectivos armados, podrá evadir su responsabilidad de todo lo que ha sucedido desde la avalancha represiva del 12 de febrero? ¡El mundo civilizado y democrático, sabe que no!
Menos la familia venezolana, que al perder la vida y la libertad de muchos de sus hijos, cansada de la inseguridad, del desabastecimiento de artículos de primera necesidad, de la corrupción gubernamental, de los escandalosos crímenes y delitos sin resolver, por la pérdida de la efectividad de la administración pública y de los servicios públicos, se une a las protestas. El pueblo ya expresa que: “Los estudiantes son la reserva moral y heroica más importante e influyente surgida en el país, durante los últimos tiempos.” ¡Esto es cierto!
La verdad, la realidad, la justicia y la moral de la nación, jamás podrá dar la razón a este gobierno demagogo. Lo reiteramos: la siembra de armas, drogas y las incriminaciones para hacer ver como terroristas a los estudiantes, no podrá doblegar su lucha ni la verdad. Pues, con ética y heroísmo, los estudiantes desenmascaran a la revolución y exigen cambios en la forma de hacer política y justicia.
Víctor Vielma Molina|Educador|victormvielmam@gmail.com