Los colombianos votarán por presidente este domingo en lo que se anticipa será apenas el primer duelo entre el actual mandatario Juan Manuel Santos y su enconado rival de derecha Óscar Zuluaga, opuesto al proceso de paz con las FARC.
Tras una campaña cargada de acusaciones mutuas de ‘guerra sucia’, Santos y Zuluaga, aliados en el pasado, se perfilan según encuestas como los favoritos para ir a una segunda vuelta el 15 de junio. Las mediciones adelantaban hasta hace una semana un empate técnico entre ambos.
Los otros candidatos, la conservadora Marta Lucía Ramírez, la izquierdista Clara López y el independiente Enrique Peñalosa, marchaban rezagados en los sondeos de intención de voto.
Ninguno de los candidatos captaría el 50% más uno de los votos necesario para imponerse el domingo en primera vuelta, de acuerdo a las encuestas.
Santos, un liberal de centroderecha de 62 años que gobierna desde 2010, presenta esta elección como un referendo anticipado sobre el proceso de paz que negocia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde noviembre de 2012.
“Ha habido una sistemática campaña sucia de envenenar el proceso y eso ha generado dudas de cierta gente, pero yo estoy convencido de que el pueblo colombiano es sensato, que el pueblo colombiano quiere la paz y que en las elecciones ese pueblo colombiano se va a manifestar claramente a favor de la paz”, dijo Santos en reciente entrevista con la AFP.
Con una popularidad del 38%, el presidente enfrenta la oposición sin tregua del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), con quien colaboró como su ministro de Defensa.
Uribe, quien considera a Santos un traidor por haber iniciado conversaciones con las FARC después de que ambos le propinaron los mayores golpes a esa guerrilla en 50 años de lucha armada, apadrina a Zuluaga, de 55 años.
Zuluaga creció en las encuestas tras las legislativas de marzo, en las que Uribe y su partido se erigieron como la principal fuerza de oposición, con un mensaje claro contra el proceso de paz con las FARC que encabeza Santos, porque supuestamente esa iniciativa dejaría sin castigo a los rebeldes acusados de graves delitos.
Decretaré “una suspensión provisional de los diálogos en La Habana”, advirtió Zuluaga el lunes pasado.
Según el dirigente, le dará a las FARC “ocho días de plazo” para que “suspendan toda acción criminal contra los colombianos”. “Es la única forma en que yo estoy dispuesto a adelantar un proceso de paz”, dijo Zuluaga.
– Polarización y guerra sucia –
Esta elección es considerada por varios analistas como un voto de censura o apoyo al proceso con las FARC antes que a toda la gestión de Santos, quien reivindica varios logros económicos pese al descontento popular por el servicio de salud, el alto índice de informalidad laboral y las protestas campesinas por la importación de alimentos y los costos de producción.
El presidente intentó posicionar la idea de que Colombia, con un crecimiento del 4,3% en 2013, es un país que marcha hacia el fin del conflicto de 50 años con una economía sólida y atractiva para el capital extranjero.
“Hay un alto grado de polarización frente al tema de la paz con las FARC, que anticipa más ataques y menos debates para la segunda vuelta”, dijo a la AFP el politólogo Yann Basset, del Observatorio Electoral de la Universidad del Rosario.
El cruce de acusaciones entre Santos y Zuluaga – que se enfrentaron en dos debates televisados- acaparó la atención en los últimas días de campaña.
El primer golpe provino de Uribe, quien sugirió que la campaña de Santos en 2010 fue infiltrada por dinero del narcotáfico. Zuluaga, por su parte, enfrenta la sospecha de haber trabajado con un pirata informático, detenido por supuestas interceptaciones ilegales a los correos electrónicos de Santos y las FARC con el fin de sabotear el plan de paz.
“Esta guerra sucia puede tener un efecto desalentador en un país con índices históricos del 50% de abstención. La gente no sabe en quién creer”, dijo a la AFP Miguel García, codirector del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes.
Casi 30 millones de colombianos están habilitados para votar este domingo en medio de la tregua electoral que decretaron las guerrillas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las urnas estarán abiertas entre las 08H00 locales (13H00 GMT) y las 16H00 locales (21H00 GMT).
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