Dos gandolas cargadas de cemento fueron secuestradas por vecinos del barrio Bolívar, al oeste de Barquisimeto, que exigieron que fuera vendido a la comunidad a precios regulado.
Se apostaron a las puertas del galpón donde se guarda el cemento y se armó la sampablera por el tan deseado material de construcción. Unas 400 personas de los barrios Santa Bárbara, Santa Eduviges, La Batalla, Manuel Cedeño, El Bolívar y Dos Cerritos decidieron protestar el abuso y presunto acaparamiento. Se dieron cuenta que unos mil 500 sacos permanecen encaletados en el galpón a la entrada de la barriada.
Al principio, se dijo que el producto estaba destinado a la construcción de casas de la Misión Vivienda, pero nadie dio la cara para negar o afirmar esa información.
El secuestro de las dos gandolas puso a correr a la Policía Nacional Bolivariana y a la Guardia Nacional Bolivariana que con equipo antimotín se presentaron en la populosa barriada. Voceros comunales se reunieron con los encargados del galpón y la mercancía y señalaron a Corpolara como responsables del material de construcción.
Priscilio Navas afirmó que desde hace un año se viene guardando mercancía en el barrio Bolívar sin que la población protestara, pero conocieron que le vendían a particulares el saco de cemento a 350 y 400 bolívares.
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