América Latina puede evitar entre 17.000 y 45.000 muertes al año con una subida del 50 % al precio de los cigarrillos, dijo hoy a Efe Yul Francisco Dorado, director regional de la ONG Corporate Accountability International (CAI).
En una entrevista con motivo del Día Internacional sin Tabaco, que se cumple el 31 de mayo, Dorado indicó a Efe que este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los gobiernos que incrementen el impuesto a los cigarrillos y otros productos del tabaco, una medida a su juicio muy válida para Latinoamérica.
Los precios de los cigarrillos son muy bajos en la mayor parte de América Latina en comparación con otras zonas del mundo y los impuestos a los productos de las tabacaleras también.
Paraguay, con un impuesto del 13 %, es el país latinoamericano que menos grava al tabaco, seguido de Colombia, con alrededor de un 46 %, según el director para América Latina de Corporate Accountability International, que se define como una organización no gubernamental que desde hace más de 35 años desafía “las acciones irresponsables de las grandes corporaciones”.
La recomendación de la OMS es que los impuestos sean lo mas altos posibles, señala Dorado. En Panamá son del 100 % y lo ideal es que estén por encima del 70 %.
Para la OMS, los impuestos al tabaco no solo sirven para engrosar las arcas del Estado, sino que ayudan a salvar vidas, pues hacen más difícil el acceso al tabaco, sobre todo de los jóvenes, que son junto a las mujeres y los ciudadanos de países en desarrollo los nuevos objetivos de las tabacaleras, según el directivo de CAI.
En América Latina mueren 1.039 personas cada día a causa del tabaquismo y cada año los sistemas de salud se gastan más de 33.000 millones de dólares en atender los problemas derivados del consumo de tabaco, según Dorado.
Las cifras mencionadas por el director regional de CAI están incluidas en un informe publicado esta semana por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), con sede en Argentina, en el que se cifran en 379.145 las muertes producto de enfermedades atribuibles al tabaquismo que podrían evitarse cada año en Latinoamérica.
En el supuesto de que todos los Gobiernos de los países latinoamericanos decidieran subir un 50 % el precio de los cigarrillos, se ahorrarían al año en conjunto entre 1.385 y 3.815 millones de dólares en costos sanitarios.
Además, la recaudación impositiva se elevaría en unos 5.873 millones de dólares, agrega Dorado.
Para el director regional de CAI, una ONG que hasta ahora se ha centrado en apoyar la lucha contra el tabaco y contra los abusos de la industria alimentaria, no hay riesgo de que subir el precio y los impuestos de los cigarrillos aumente el ya elevado comercio ilícito de esos productos en la región.
Se calcula que anualmente entran al mercado latinoamericano 43.000 millones de cigarrillos ilegales, lo que equivale a un 18 % del mercado, es decir que 1,8 de cada diez cigarrillos vendidos en la región es ilegal, según cifras brindadas a Efe por fuentes del sector.
Según Dorado, las tabacaleras alimentan con “bastante efectividad” el “mito” de que subir los impuestos de los cigarrillos incrementa el comercio ilícito de cigarrillos y también movilizan a los cultivadores de hoja de tabaco cuando se avecinan medidas que pueden perjudicarles.
Ante la Sexta Conferencia de las Partes (COP-6) del Convenio Marco para el Control de Tabaco de la OMS, que se celebrará en Rusia en octubre próximo, la Asociación Internacional de Cultivadores de Tabaco (ITGA, en inglés) ha rechazado ya la posibilidad de reducir sus cultivos por “imposición” de los Gobiernos, sobre todo porque, dicen, la demanda no ha bajado tanto como la OMS esperaba.
Al respecto, Dorado manifestó que en los países que aplican el convenio marco, aprobado en 2003 y ya ratificado por 178 países, la prevalencia del tabaquismo ha disminuido considerablemente. “En Uruguay era de 40 % y ahora es del 20 %”, subrayó.
Dorado instó a los países que no han ratificado aun ese convenio, que en la región son solo Argentina, Cuba y República Dominicana, a hacerlo cuanto antes y también pidió que se ratifique el protocolo adicional referido al comercio ilícito de productos del tabaco, de manera que se puedan tomar medidas “para controlar la cadena de producción y comercialización”.
Al ser preguntado por qué la OMS no ha recomendado prohibir totalmente el tabaco si es tan dañino como dice, Dorado manifestó que hay razones de “orden económico y cultural” para no haber elegido la vía del “prohibicionismo”.
También se hizo porque no se quería “repetir la historia” de la guerra contra las drogas ilícitas, una estrategia que ahora es objeto de revisión porque no ha dado los resultados esperados, agregó.
“Lo que venden las tabacaleras es nicotina, una droga más, que genera adicción”, subrayó el director para América Latina de Corporate Accountability International, cuya sede central está en Boston (EE.UU.) y la regional en Bogotá.
EFE